¿Fluidez o seguridad y control?. Este binomio es
difícilmente ejecutable a la par. “Es como el agua y el
aceite, no pueden mezclarse”, dicen fuentes sindicales que
aseguran, a modo de crítica, que no son pocas las veces que
se reciben órdenes para “aligerar el paso”.“Esto lo conocen
los narcotraficantes y se aprovechan del nervisosismo que a
veces provoca, a nivel institucional, un paso frenado por
medidas de control”. En cualquier caso, reconocen, los
agentes “se deben al cumplimiento de la legalidad y no
siempre se puede acceder a una orden que pone en peligro la
seguridad de los ciudadanos”, advierten en un tono aún más
elevado ahora por las movilizaciones existentes.
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