Llevar el Mercado Central de Abastos a la Plaza Rafael
Gilbert, popularmente conocida como Plaza Vieja, costaría
bastante más tiempo del que le queda por delante a esta
legislatura. Concretamente, cinco años menos treinta días o,
lo que es lo mismo, 59 meses, básicamente para disponer de
los terrenos y construir el nuevo edificio.
Salvo nuevo giro en la trama, si la Ciudad se decanta
finalmente por su nueva opción prioritaria para el traslado
del Mercado Central de Abastos, el área de Plaza Vieja-Patio
Hachuel, el cambio no se producirá hasta dentro de cinco
años. Al menos así lo creía el pasado 17 de enero el
arquitecto de la Consejería de Fomento Raúl Ruiz cuando
firmó el informe de ‘Valoración y análisis de las posibles
ubicaciones más factibles actualmente para el traslado del
Mercado’, un estudio incluido en el expediente elaborado
para llevarlo a la Manzana del Revellín y en el que la de
Rafael Gilbert era la única alternativa a la que se daban
visos de viabilidad.
Según los cálculos del Área de Proyectos y Obras de la
Consejería de Fomento solamente en el proyecto de
“expropiación y disponibilidad de los terrenos” la Ciudad
tendrá que emplear dos años.
A continuación, otros seis meses llevaría la correspondiente
modificación del Estudio de Detalle 4, correspondiente al
espacio ‘Plaza Vieja-Hachuel’, que fue aprobado el 4 de
octubre de 1995 y que prevé para ese suelo un uso
residencial con Viviendas de Protección Oficial y espacios
libres.
El proceso de elaboración del proyecto de edificación, prevé
la Consejería de Fomento, se dilataría durante dos meses.
Uno más costaría que la Comisión de Patrimonio aprobase el
proyecto y otro tanto que las consejerías involucradas le
dieran también su visto bueno correspondiente.
La demolición de los inmuebles que actualmente se encuentran
en la zona exigiría un mes de trabajos, y la construcción y
puesta en marcha del nuevo Mercado Central, dos años más.
El coste de esta propuesta ascendería a 22,2 millones de
euros. Según las previsiones de Fomento en la expropiación
de los terrenos para disponer de ellos habría que gastarse
tres millones a una media de 1.800 euros el metro cuadrado.
El coste de las indemnizaciones a abonar en concepto de
lucro cesante y similares sería, “de forma estimativa y
conservadora” de cuatro millones de euros.
A ello habría que sumar los 500.000 euros que se prevé
costaría la redacción del Proyecto de Edificación y
Urbanización y la dirección de obras. En la demolición se
irían 260.000 euros más.
La parte del león correspondería, obviamente, a la
construcción del edificio, que incluiría tres plantas
subterráneas: dos para aparcamientos y una más para
equipamientos y almacenaje. La planta baja la ocuparía el
Mercado. La o las superiores... ¿Mercadona?
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