En Ceuta, las empresas que tiene en el sector del transporte
su principal actividad llevaron a consulta en diversas
reuniones conjuntas, en el seno de la Confederación de
Empresarios del Transporte, dos reivindicaciones: por un
lado, “la solicitud de una bonificación del 50 por ciento en
los costes de la Seguridad Social”, una ventaja fiscal de la
que d
isfrutan “el resto de empresas de sectores que pertenecen al
turismo y a la hostelería”, según afirmó el presidente de
este colectivo, José Antonio Carretero. Por otro lado, una
bonificación sobre el coste del carburante profesional, al
igual que ocurre con los trabajadores del taxi.
El presidente de la Federación de Empresarios de Transporte
de Ceuta comentó que “una empresa con veinte empleados
precisa de más de 9.000 euros mensuales sólo de costes por
la Seguridad Social, un gasto en el que podría ayudar el
Estado”, ayudando a la ampliación de plantilla laboral en
nómina de la empresa, ya que la reducción de costes fiscales
para los empresarios harían que “disminuyera el número de
personas que trabajan como autónomas”, principales afectadas
de esta subida de combustible. Agregan que las
bonificaciones al transporte “están prohibidas desde la
Comisión Europea, pero se puede pedir una cierta
sensibilidad del Gobierno autonómico hacia el sector, ya que
tendría transferidas las competencias en la gestión de ese
impuesto si hubiera una real voluntad política”. Por ello,
se pregunta Carretero, “si a los taxistas les pagan parte
del depósito con la bonificación autonómica sobre el
combustible, ¿por qué no se hace lo propio con el tanque de
gasolina de aquellos trabajadores autónomos que hacen un
servicio para la comunidad trayendo desde la Península
productos de primera necesidad?”.
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