Gustavo de Arístegui, portavoz de exteriores del Grupo
Parlamentario Popular y un experto en el mundo del Islam:
“Siempre he dicho, a lo largo y ancho de mis intervenciones
públicas, en mis libros, en mis artículos... que Ceuta es
una ciudad extraordinariamente especial, Melilla también.
Son dos ciudades que tienen unas características muy
peculiares. En primer lugar, la diversidad cultural
religiosa y de sentimiento y sensibilidades es realmente
increíble; quizá la más amplia en menos espacio. ¿Se puede
tener en 19 kilómetros cuadrados y con 80.000 habitantes más
diversidad cultural y religiosa?, imposible. Es
verdaderamente un hecho sobresaliente, extraordinario, es
ejemplar. Por eso mismo tanto el gobierno de la nación como
el resto de España deben ser consciente de ese ejemplo que
supone Ceuta. Que la gente no tenga miedo a la convivencia.
La convivencia es algo extraordinariamente positivo; la
inmigración a España ha aportado frescura, diversidad y
mayor tolerancia”. Pero ¿es realmente así?. La proliferación
de asociaciones religiosas [alguna formadas por sólo dos o
tres personas] y la división de estas en dos grandes
entidades, Federación de Entidades Religiosas Islámicas [FEERI]
y la Unión de Comunidades Islámicas de España [UCIDE] están
dando lugar a ‘guerras’ intestinas entre los que en Ceuta
encabezan cada una de las dos delegaciones.
El Ministerio de Justicia tiene registradas 539 entidades
islámicas. 220 están integradas en la Unión de Comunidades
Islámicas (UCIDE), que preside el imán Riay Tatary. Junto
con la Federación de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI)
ahora en manos de Mohamed Ali, forma la Comisión Islámica (CIE),
el órgano de interlocución con el Estado. Al margen de la
CIE se han creado nuevas federaciones, como la Federación de
Musulmanes de España (FEME) y no tardarán en salir más.
cota de representatividad
Se trata de ganar cota de representatividad, algo que se
traslada a Ceuta con las tensiones evidentes, sobre todo,
desde que el ínclito y ‘non grato’ Mohamed Alí haya decidido
nombrar una delegación regional de la FEERI en Ceuta ahora
que él ostenta la presidencia a nivel nacional de esta
Federación.
“El problema lo tienen quienes se excluyen de la sociedad y
se ponen en una situación que ellos mismos se buscan”, ha
dicho públicamente Maateis. El líder de la UCIDCE insistió
en que Mohamed Alí [el ‘non grato’] y Mustafa Abdelkader
(Luna Blanca) “no son nadie para tachar a los miembros de la
UCIDCE de fieles de mala calidad”.
Maateis realizó una ácida crítica al presidente nacional de
la FEERI, federación que considera en “descomposición” por
el ascenso del sector marroquí de la junta directiva a la
presidencia de la misma. Los actuales dirigentes de la FEERI
litigan con personajes como Felix Herrero o Mansur Escudero
quienes ser resisten a perder liderazgo.
Fomento del integrismo
Por su parte, el ‘non grato’ ha venido afirmando que si la
UCIDE y su jefe “están bien vistos por las autoridades
españolas es porque apuestan por la desvinculación religiosa
de los musulmanes ceutíes de Marruecos”, insiste Mohamed Ali
partidario de que Ceuta sea marroquí. Alí, en declaraciones
recogidas en su día por EL PAÍS considera que este aporyo
institucional es “antinatural pero, sobre todo, peligroso
porque el Tablig ha sido con frecuencia una escuela de
formación de radicales”. “Resumiendo: la Administración
española financia el integrismo”, y se quedó tan pancho.
Laarbi Matteis, que encabeza la UCIDE y el Tablig, insiste
en que su “crecimiento se debe a méritos propios aunque los
gobiernos central y local han sido receptivos”. La
reagrupación del grueso de los musulmanes ceutíes bajo la
batuta del Tablig quedó bien marcada el pasado 20 de juli.
Fue la jornada en la que se presentó públicamente en Ceuta
la delegación local de la Unión de Comunidades Islámicas de
España (UCIDE) que está integrada por 36 de las 40
comunidades islámicas de la ciudad. La presidencia está
encarnada en Laarbi Maateis, de 44 años y jefe ceutí del
Tablig. Su vicepresidente pertenece también a la misma
corriente.
No fue bien visto por los representantes de la FEERI, ni por
los musulmanes seguidores del rito malekí, y mucho menos por
Marruecos, que a la ceremonia asistieran nada menos que la
directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico, el
presidente de la ciudad, Juan Vivas, el director de la
Fundación Pluralismo y Convivencia, José María Contreras,
que subvenciona a las comunidades religiosas, y hasta el
comandante general de Ceuta.
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