El mercado no da los beneficios que se esperaba cuando en
2002 la familia Entrecanales pujó por quedarse con la
privatización que el Estado proponía de la naviera. Acciona
pagó 271 millones de euros. Cinco años después pide 850.
Quiere soltar la naviera porque, entre otras cuestiones, no
es capaz de poner de acuerdo al pequeño accionariado y su
ambición de expandirse hacia el sector energético es frenada
por su división naviera.
¿Tiene alguien 850 millones de euros para invertir?. Ese es
el precio por el que el BBVA [a quién se le encargó la
tasación] ha valorado los activos de la división naviera de
Acciona, Trasmediterránea, de la que pretende deshacerse la
familia Entrecanales después de las enormas complicaciones
existentes con sus socios accionariales. Ya ha habido
contactos para negociar la adquisición de la primera naviera
española, aunque el cuaderno de venta está ultimándose y aún
no circula entre los interesados. Pese a ello, los
candidatos ya han tomado posiciones. Los fondos de capital
riesgo son los primeros que se han movido, según algunas
fuentes consultadas.
La naviera Boluda se lo pensó durante el último mes, pero
aún no se decide. Baleària, por su parte [la segunda naviera
de España] podría estar pensándoselo en su estrategia
empresarial de futuro, pero el Tribunal de Defensa de la
Competencia le pondría enormes trabas dado que la naviera de
Utor y Matutes tienen fuerte presencia, como Acciona, en los
enlaces Baleares-península y Estrecho de Gibraltar. El TDC
no permitiría que una sóla empresa acaparase tanto volumen
de negocio para evitar el monopolio. La empresa de Vicente
Boluda es una de las que mejor conoce las tripas de
Trasmediterránea porque pujó en la privatización de 2002 y
se quedó a las puertas de conseguir la naviera. Otras
empresas del sector, como la italiana Grimaldi o la francesa
CMA también son candidatas.
El problema de esta venta está en el precio. Acciona y sus
socios [la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM, con el
15%), la naviera vasca Aznar (10%), la canaria Armas (8%) y
el ex ministro Abel Matutes, a través de Fiesta Hoteles (6%]
pagaron 271 millones por Trasmediterránea en 2002 y la
constructora aspira a unas plusvalías de 353 millones. La
mayoría de los accionistas aplaudirían el que los
Entrecanales abandonaran la ‘Trasme’. El repintado de los
barcos para llevar el emblema de Acciona tras ser integrada
plenamente como filial no fue bien visto por los socios,
quienes criticaron tanto el repintado como la integración
como filial por su elevadísimo coste. Entre los críticos,
Abel Matutes que, con un 6% de las acciones de la ‘Trasme’,
es propietario del 44% de la naviera Baleària.
Trasmediterránea y Balearia, durante estos años, tras la
privatización de la primera, se han convertido en los
principales referentes del sector del en España. Ambas
compañías disputaron el año pasado el contrato de servicio
público en la ruta del paso del Estrecho de Gibraltar que
une Algeciras con Ceuta y la ruta de Málaga con Melilla que
el Estado unificó en un mismo paquete. La pelea, que aún
sigue en los tribunales, la ganó en un primer asalto
administrativo Acciona.
Y también Euroferrys
Los principales diarios económicos del país, han desvelado
las intenciones del presidente de Acciona, José Manuel
Entrecanales. La venta del 61% de su accionariado sobre
Trasmediterranea implica necesariamente que Euroferry [que
fue adquirida directamente por la división naviera de
Acciona] se encuentre en el mismo saco.
Según publica el diario económico El Economista, “la
dirección de la compañía encargó a BBVA una valoración sobre
Acciona Trasmediterránea y sus servicios legales han tomado
posiciones ante una más que posible llegada de ofertas por
la empresa”. La citada publicación afirma que el precio de
salida de compañía ronda los 850 millones de euros teniendo
en cuenta las valoraciones de los bancos de inversión que
siguen el día a día bursatil de todo el grupo.
Sin embargo actualmente hay algo claro, el mercado está
tieso. Ni se compra ni se vende. Lo sabe el grupo Acciona,
que ha congelado el proceso de venta global de la naviera
Transmediterránea ante la falta de ofertas atractivas. Y es
que los 850 millones que reclama parecen una cantidad
desorbitada para las compañías interesadas. Otra cosa sería
que Entrecanales vendiera Trasmediterránea troceada según
las áreas de influencia -Mediterráneo, Estrecho y Canarias-.
Algo que también estaróa contemplado.
Los problemas internos con su accionariado y su clara
ambición por incorporarse al sector energético [jugó un
papel importante junto a Enel en la OPA sobre Endesa],
obliga a Acciona a desprenderse de ‘su losa’ naviera, a la
que por cierto, ha modernizado. Acciona no gana lo que creía
con Trasmediterránea. Al tiempo que los beneficios se
resienten, una directa competidora, Baleària marcha ‘proa al
viento’. Para soportar la competencia de la naviera de
Adolfo Utor se requeriría un esfuerzo económico de enjundia,
advierten expertos economistas en las publicaciones
especializadas. Y parece que Acciona no estaría dispuesta a
‘batallar’ contra la armada balear.
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Los sindicatos ya sabrían de las intenciones de la
constructora
Hasta tal punto la determinación
de vender la división naviera de Acciona es firme que los
propios empleados de la empresa de la familia Entrecanales
estarían perfectamente al tanto de la situación. El diario
Levante relata que en una reunión de dirigentes del
sindicato UGT con sus representantes de la sección de marina
mercante ya se habrían analizado las consecuencias que
traería consigo el que Acciona se desprendiera del 61% de
sus acciones sobre la naviera. Trasmediterránea cuenta con
líneas marítimas entre el Levante español y las Baleares,
entre Málaga, Almería y Melilla, en el Estrecho entre
Algeciras y Ceuta, además de la ruta con Canarias y alguna
iniciativa entre el norte español y el sur de las Islas
Británicas, aunque sus tres grandes áreas de influencia se
centran en Baleares, Estrecho y Canarias. El personal será
uno de los aspectos complicados de la operación de venta.
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