El segundo día de comparecencias en la Audiencia Provincial
por el homicidio que tuvo lugar en Recinto Sur a finales de
enero del pasado año sacó a la luz que el hurto del arma de
fuego aún no ha llegado a tribunales. El principal
sospechoso, F.J.F.C., tiene abierta una causa en el Juzgado
de Instrucción por este robo.
La escopeta que acabó con la vida de un joven de origen
magrebí en Recinto Sur a finales de enero del pasado año y
que fue sustraida de un domicilio días antes del siniestro
se encuentra en espera de juicio, ya que aún no se ha
celebrado la vista para determinar la autoría del hurto. El
supuesto ladrón, F.J.F.C. alias ‘Serete’, tiene una causa
abierta en el Juzgado de Instrucción número 2 por el robo de
este arma, pero aún no se ha celebrado, una año más tarde,
como salió a relucir ayer durante la comparecencia de este
joven ceutí ante el juez de la Audiencia Provincial.
Este efectuó el tiro que acabó con la vida de Suad Buselham
Larbi el 27 de enero de 2007 en Pasaje Recreo de Recinto
Sur, disparo del cual N. M. E., de 19 años de edad, es autor
confeso del disparo de escopeta que acabó con la vida de un
vecino de su edad, H. B. L., del que sufría “constantes
humillaciones” tras una disputa que matuvieron dos meses
antes del homicio.
El robo del arma
El acusado, que deberá esperar hasta el próximo ocho de mayo
a que finalice el proceso judicial para que se dictamine la
sentencia, acusó en varias ocasiones a ‘Serete’ -afirma que
estuvo “detenido cuatro días en comisaría por este apodo”-
de robar el arma del crimen de la vivienda varios días antes
del homicidio cometido en Recinto Sur. Así queda reflejado
en el inicial parte policial, en que se agrega que N. M. E.
le ofreció este arma de fuego previo pago.
Sin embargo, el acusado ha cambiado a lo largo de estos doce
meses su versión de los hechos -en la correspondiente
versión oficial- para incriminar en una u otra a diferentes
actores sobre el hurto del arma en el domicilio particular.
Según afirmaron fuentes policiales durante la celebración
del segundo día de juicio, “en el mismo día que se procedió
a registrar los domicilios de los otros sospechosos, el
acusado se desdijo” de su convicción de acusar a los dos
sobre el origen del arma sustraida.
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