El salón de actos de la Facultad de Educación y Humanidades
acogió ayer el inicio de las jornadas sobre el español como
nueva lengua en Ceuta.
La denominación de las mismas, que ha generado cierta
polémica, centró los discursos institucionales de los
representantes del MEC y del CPR.
La polémica suscitada en torno a la denominación de “nueva
lengua en Ceuta” para el español provocó ayer que el acto de
apertura de las jornadas fuera el marco utilizado por los
representantes del MEC y el CPR para matizar y acabar de
raíz con dicha controversia. La directora del Centro de
Profesores y Recursos (CPR), María José Navarro, abundó en
que para los arabófonos, como para los españoles, la lengua
materna no se elige. Así, el elevado número de
araboparlantes que tiene Ceuta, que “en principio podría ser
un problema es más bien un reto”. Asimismo, esta precisó que
si bien la nomenclatura del ciclo es nueva, no lo es su
objetivo. De igual manera Navarro apostó por que la
Educación cumpla también con su función para compensar las
desigualdades.
Por su parte, el director provincial del Ministerio de
Educación, Juan José León Molina, mostró su “estupefacción”
por la controversia creada que, a su juicio, no es sino una
“anormalidad”. En la línea de lo manifestado por la
directora del CPR, León Molina consideró que la labor de
enseñar y educar a escolares arabófonos “no es para nada una
tarea inabordable”.
El director del centro asociado UNED en Ceuta, Fernando
Jover, se congratuló por que las jornadas hayan supuesto la
participación de cuatro instituciones tan importantes.
Mientras que Javier González, decano de la Facultad de
Humanidades, esperó que el ciclo sea un foro de debate.
Concepción Moreno, de la Universidad Antonio de Nebrija y
primera ponente explicó que no hay lenguas de mayor o menor
prestigio. Así, esta opinó que el que para parte de los
ceutíes el dariya sea la lengua de partida no es una
desventaja para aprender el español. Tampoco eludió que para
aprender debe haber una motivación del alumno.
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