Los gobiernos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla
pactaron ayer a través de sus respectivos presidentes, Juan
Vivas y Juan José Imbroda, mantener una línea de acción
conjunta ante la Administración General del Estado durante
la legislatura que tanto a ellos como a Zapatero les queda
por delante para la mejora “de la financiación, de la
economía y del autogobierno de ambas ciudades”. Además, los
dos líderes autonómicos acordaron actuar también de forma
consensuada para hacer frente a la posible reducción de la
dotación militar en las dos ciudades a través de una carta
que Juan Vivas remitirá en nombre de ambos a la ministra de
Defensa, Carme Chacón, insistiendo en la necesidad de que
les reciba y les explique al detalle sus planes.
Abierto el melón en La Moncloa, los presidentes de Ceuta y
Melilla acordaron ayer en el Senado en la segunda parte de
la entrevista que iniciaron el lunes “trabajar
conjuntamente” para mejorar “la financiación, la economía y
el régimen de autogobierno de ambas ciudades”. Además, como
era de esperar, Vivas e Imbroda coincidieron en que deben
seguir caminando en paralelo para hacer frente a la
reestructuración de la dotación militar en las dos ciudades
que planea Defensa.
En el plano económico ambos presidentes concretaron sus
prioridades entorno a cuatro asuntos: su sistema de
financiación autonómica (“claramente insuficiente”, según
destacaron el lunes); la reforma del Régimen Económico y
Fiscal (REF); su posible incorporación a la Unión Aduanera
europea y la ampliación y extensión de las bonificaciones de
las cuotas patronales a la Seguridad Social.
Vía nota de prensa, el Gobierno de Ceuta insistió en su
“convencimiento” de que existe un déficit “estructural” en
la financiación de los servicios que se prestan a los
ciudadanos a causa de los “condicionantes” a los que tiene
que hacer frente la ciudad: extrapeninsularidad, frontera
sur de Europa, reducida superficie, alta densidad de
población, déficit de recursos básicos y “otras
singularidades” que a juicio de Vivas “dibujan una coyuntura
que lastra las posibilidades de la ciudad para conseguir
unos niveles de desarrollo y progreso equiparables a los del
resto de España”.
“Hay que hacer un esfuerzo adicional”, resumió el presidente
ceutí, quien recordó que su Ejecutivo “está haciendo
trabajos para cuantificar ese déficit” cuyos primeros
resultados espera tener “en el plazo aproximado de un mes”.
En cuanto a la fiscalidad, la otra vía para obtener ingresos
de ambas administraciones al margen de las transferencias
directas que desean incrementar, los gobiernos de Ceuta y
Melilla también desean ir de la mano “para modificar el REF
con el objetivo de adaptarlo a las actuales circunstancias”.
“Es un asunto importante porque no hay que pensar sólo en la
suficiencia financiera, sino también en cómo incentivar la
actividad económica y su desarrollo y para este objetivo
este es un instrumento fundamental”, explicó Vivas en la
Cámara Baja.
Para cerrar este capítulo, Ceuta seguirá la senda de Melilla
en lo que a la petición al Estado para incrementar y
extender las bonificaciones de las cuotas a la Seguridad
Social se refiere [Melilla ya ha presentado en el Congreso
una iniciativa legislativa al respecto] y la ciudad hermana
hará lo propio sobre la posible entrada de las dos ciudades
en la Unión Aduanera.
“El estudio que el catedrático Joaquín Aranda ha realizado
para la Cámara de Comercio de Ceuta es un buen punto de
partida para reflexionar acerca de esta posibilidad”,
consensuaron Vivas e Imbroda, que coincidieron también en la
necesidad de ”conseguir el más amplio consenso entre los
agentes económicos y sociales locales”.
“Gran asignatura pendiente”
En cuanto al autogobierno y en el plano más estrictamente
político que supone la reforma de los Estatutos de Autonomía
(“la gran asignatura pendiente”, dijo Imbroda ayer),
congelada por los recientes procesos electorades, los dos
presidentes acordaron también seguir caminos paralelos: por
un lado se seguirán defendiendo los vigentes “para reforzar
sus potencialidades de cara a prestar un mejor servicio a
los ciudadanos” y por otro se seguirá trabajando para
reformarlos.
“En Ceuta se volverá a poner en marcha la Comisión encargada
de estos trabajos con la intención de modificar el Estatuto
para que los ceutíes puedan ver cumplidas sus aspiraciones
de ser Comunidad Autónoma, aunque el afianzamiento de la
suficiencia financiera y la delimitación de competencias
serán también asuntos básicos”, adelantó Vivas.
Por último, el monotema militar se acordó prolongar mediante
una acción conjunta: durante los próximos días el presidente
ceutí, en nombre de los dos gobiernos, se dirigirá de nuevo
por escrito a la ministra de Defensa, Carme Chacón, para
solicitarle “con la mayor urgencia posible” una reunión en
la que “aclare” sus planes “tanto en lo referente al número
de militares afectados como a las posibilidades que, según
el Ministerio, estos tendrán de quedarse en Ceuta”.
“Nos oponemos a la reestructuración por razones de interés
general y porque no es bueno que haya precedentes que
signifiquen un debilitamiento de la presencia de las
administraciones públicas”, argumentó el presidente ceutí,
cuyo equipo de gobierno facilitará ayuda mañana a las
familias afectadas para montar un stand en el Revellín con
el fin de que puedan recoger firmas.
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De la Encina: “No se puede dar con una mano y pedir con la
otra”
El presidente de la Comisión
Delegada del PSOE de Ceuta, Salvador de la Encina, lamentó
ayer que “después de intentar resolver sus diferencias y
volver a verse tras un tiempo distanciados” los presidentes
de las dos ciudades autónomas optasen esta semana por
“volver a pedir cosas al papá Estado, al que con una mano
dan estacazos un día sí y otro también mientras que con la
otra piden cosas con idéntica regularidad”. “Está muy bien”,
explicó el diputado, que dijo expresamente no querer
“enfrentamientos” con la Ciudad, “que Ceuta y Melilla se
pongan de acuerdo y se vean en Madrid o donde quieran, pero
este tipo de reivindicaciones se plantean desde la lealtad
institucional en el foro existente a tal efecto, que es la
Comisión Bilateral entre las dos administraciones”.
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