Cuando compareció ante los medios, a las 10.30 horas, lo más
probable era que los socialistas le dieran un portazo a su
insistencia en ver al ministro o a alguien con mando en
plaza de Defensa, pero aún así aguando el pulso e insistió:
“Quiero que me lo diga el ministro”, dijo. A mediodía, tras
verse con De la Encina, el socialista le dio esperanzas de
tener esa cita “cuando llegue el momento”.
Aferrado a su doctrina de “prudencia” y “responsabilidad”,
el presidente Vivas compareció ayer a primera hora de la
mañana, minutos después de ver al delegado, para insistir en
su posición de ayer: “No dudo del delegado, pero tratándose
de un tema tan importante quiero que me lo diga el ministro,
la ministra o algún alto mando de Defensa”, cerró su
intervención tras hacer balance de todo lo dicho, oído y
leído.
El presidente se paró para analizar los déficits de la carta
del Ministerio que recibió anteayer: “Dice”, repitió, “que
hay unidades en reestructuración y que como consecuencia de
ese proceso el saldo neto de efectivos no mermará, pero no
cuántos serán los militares disponibles ni cómo se
facilitará que se queden aquí si no existen vacantes”.
A continuación, hizo un guiño a las alturas y aseguró no
atribuir al ministro mala fe ni voluntad de ocultar datos.
“Quizá esté en estudio o no sea conveniente decirlo por
carta, pero es importante saber si son 10, 20 ó 150 los
militares y, por lo tanto, las familias que se tendrán que
ir”, argumentó.
Por ello, y de la mano de Imbroda, adelantó que persistirá
en su empeñó de conocer de primera mano si los datos de EL
PAÍS son ciertos y saber si realmente serán 150 los mandos
que se irán y 50 el saldo neto favorable de militares aquí
destinados. “Si es así”, advirtió, “hablamos de un asunto
preocupante sobre el que, dada la lealtad institucional y la
prudencia y responsabilidad acreditada por este Gobierno y
por mí en particular, merecemos recibir el dato concreto o
aproximado para poder decirle a los ceutíes que podemos
estar tranquilos”.
Los socialistas, dispuestos
Desde la otra orilla, tanto Arreciado (“no me parece mal”,
dijo sobre la petición de Vivas) como De la Encina, que
arrancó el día considerando su deseo una “foto innecesaria”,
no se opusieron al encuentro.
“He percibido en el presidente comprensión hacia la
situación y preocupación”, dijo el diputado tras su
entrevista personal: “Que confíe, porque habrá un debate y
cuanto antes se posibilitará ese encuentro con el nuevo
Gobierno”, indicó.
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