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					Según el Grupo de Investigación en Métodos Electorales de la 
					Universidad de Granada con su propuesta de recuento y 
					reparto de escaños en tres fases se respeta “la tradición”; 
					se facilita la gobernabilidad y se garantiza una 
					proporcionalidad más ajustada entre el número de asientos 
					que se ganan en la Cámara Baja y el número total de apoyos 
					recibidos en las urnas. 
					 
					“La primera fase recoge la tradición y garantiza 
					representación a los partidos de ámbito regional, mientras 
					que la segunda fase consigue alta proporcionalidad entre 
					todos los partidos, ya sean de ámbito estatal o regional”, 
					defiende su planteamiento la UGR, que destaca que “el tercer 
					y definitivo reparto es para facilitar la gobernabilidad”. 
					 
					“Si los dos primeros partidos tienen un número similar de 
					votos”, se ejemplifica, “y el tercero anda distanciado de 
					ellos, los 40 escaños que se asignan en esta fase van, mitad 
					por mitad, a cada uno de los dos grandes; pero si el primer 
					partido supera en más del 6% al segundo, se lleva los 40 
					escaños. 
					 
					Cambio en las listas 
					 
					Además de las modificaciones expuestas previamente la UGR 
					cree que el sistema electoral español debería evolucionar 
					hacia una fórmula que permita a los ciudadanos votar a un 
					partido como hasta ahora, conforme alos candidatos 
					establecidos internamente, o hacerlo estableciendo su propio 
					orden de preferencia. 
					 
					Así se podría respaldar a candidatos de cualquier parte de 
					España y un diputado de la circunscripción de Ceuta, por 
					ejemplo, podría salir antes que otro de Madrid. El orden de 
					preferencia de candidatos se puntuaría con el sistema Borda, 
					que “es el que se usa en competiciones deportivas o en 
					Eurovisión”, dice Ramírez. 
					 
					El primero obtiene un punto, el segundo elegido medio punto, 
					el tercero, un tercio y así sucesivamente. “Apenas se 
					necesita un máquina como la de las quinielas para hacer ese 
					recuento”, aseguran en la UGR. 
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