El barco ‘Regina’, procedente de Alemania y con destino a
Turquía atracó ayer en Ceuta, tal y como tenía previsto,
pero entró a puerto con una ‘cojera’ que hizo saltar la
alarma de un posible hundimiento. El estado de la mar en el
Estrecho destrozó los respiraderos de proa a la altura de
Tarifa, lo que retrasó la llegada del carguero unas horas.
Fue necesaria la presencia de dos remolcadores para atracar
el buque, que destacaba por un asentamiento aproante. Una
vez lo dejaron inmovilizado en el Muelle de Poniente,
comenzaron los achiques de agua y el ‘Regina’ recuperó
calado y quedó estabilizado.
El Puerto de Ceuta registró a primera hora de ayer un aviso
de hundimiento, pero finalmente ”la noticia es que no ha
habido noticia”, según explicaba a pie de barco elpresidente
de la autoridad portuaria, José Torrado.
El buque ‘Regina’, con 14 tripulantes a bordo, tenía
prevista su llegada al puerto ceutí durante la madrugada del
domingo, en un viaje que le traía desde la ciudad alemana de
Kiel con destino a Turquía. Sin embargo, retrasó su entrada
algunas horas debido al incidente y no alcanzó la costa de
Ceuta hasta las 11 de la mañana. Dentro del puerto ceutí, el
remolcador Sertosa Ocho, ayudado inmediatamente por el
Puntal de Salvamento Marítimo, comenzó las labores de
arrastre en el Muelle de Poniente, dejándolo inmovilizado a
las 12:00 del mediodía.
El buque, con bandera de Antigua y Barbuda, provenía de
Alemania y, en principio, su currículo está limpio. Nada más
comenzar su travesía por el Estrecho recibió un fuerte golpe
de mar a la altura de Tarifa, según relata Torrado, lo que
le provocó un importante destrozo en los respiraderos.
“Cuando entró a puerto se ha observado que tenía un asiento
aproante”, dijo el presidente portuario. En ese momento, el
inspector de buque de Capitanía Marítima procedió a
inspeccionar el interior del buque “y se ha visto que el
barco no tenía ninguna vía de agua”, aclaró Torrado. Por
medidas de precaución se rodeó al carguero con una barrera
de protección anticontaminante, aunque sólo como medida
protocolaria, porque no se arrojó al mar ningún vertido de
fuel, ya que la ubicación del combustible está en el lado
opuesto al dañado. Precisamente, la intención del barco era
la de recargar combustible en Ceuta y salir el mismo día
rumbo a Turquía. Sin embargo, deberá permanecer en el puerto
al menos un día más, hasta que se controle definitivamente
la situación y se arreglen las averías ocasionadas, que han
sido múltiples.
La ola barrió de cubierta los respiraderos de proa, un
instrumento que permite el acceso del aire, pero no del
agua, y, una vez destrozados los respiraderos, se produjo la
inundación. Inmediatamente, se pusieron en funcionamiento
las bombas de achique, y en dos horas recuperó casi un metro
de casco en la superficie. Estos cargueros, ya de por sí,
tienen poca vela y da la sensación de que navegan con el
cuerpo hundido.
Nada más conocerse el percance, desde la Autoridad Portuaria
de Ceuta se avisó al buque de emergencia de Salvamento
Marítimo ‘Clara Campoamor’, que realizó la travesía del
Estrecho en 48 minutos. El Campoamor hizo labores de
vigilancia y supervisión en las entrañas del barco y durmió
en Ceuta.
El ‘Regina’ portaba 5.000 toneladas de acero a granel y no
ha sufrido desplazamiento.
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El capitán marítimo destaca la “mala racha” de los últimos
meses
El capitán marítimo, Jesús
Fernández Lera, recibió la noticia en la Península, antes de
regresar a Ceuta por la tarde, y no pudo estar junto al
barco dañado, aunque siguió minuto a minuto todos los
acontecimientos desde su móvil. El capitán destacó la “mala
racha” que está viviendo el puerto ceutí en estos últimos
meses, con varios accidentes marítimos, aunque sin ninguna
consecuencia personal, “afortunadamente”. El capitán asegura
que “ahora habrá que abrir la bodega del ‘Regina’, porque
parece ser que ha entrado agua también”. Según Fernández
Lera, el primer trabajo consiste en reparar los daños, pero
hay que resaltar que no ha habido contaminación y que los
daños no han sido importantes”, aunque sí, muy aparatosos.
La tripulación está formada por 14 hombres, ninguno de ellos
ha sufrido daños y permanece a la espera de que se repare el
barco para retomar el rumbo.
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