El ferry monocasco Federico García Lorca, el buque más
preciado de la empresa de transporte marítimo Baleària, puso
el pasado viernes rumbo a Ceuta desde la línea
Denia-Mallorca, donde regularmente opera, para cubrir la
ausencia del Avemar Dos en las aguas del Estrecho, ya que
éste último ferry debe pasar su ‘ITV’, una inspección y
mantenimiento comunes que se realiza en este tipo de
embarcaciones cada dos años.
Desde el pasado domingo 3 de febrero un nuevo ferry cruza el
Estrecho de Gibraltar para comunicar Ceuta con la Península.
Es el monocasco Federico García Lorca, de la compañía
naviera Baleària, que estará “en principio, durante el mes
de febrero”y cubrirá la retirada del Avemar Dos hacia el
astillero en Algeciras para su revisión periódica, comentó
el capitán del García Lorca, Pedro Fuertes.
Según Fuertes, los navíos de la compañía alicantina pasan la
‘ITV’ cada dos años, que tiene como finalidad la puesta a
punto tras un número límite de horas de navegación. Durante
este mantenimiento, “se desmonta el motor del barco en su
totalidad y se vuelve a montar con piezas nuevas”, hecho que
asegura que “consigamos un motor nuevo en perfectas
condiciones”, afirmó el capitán.
La tripulación del Federico García Lorca coincide en colmar
de halagos a este barco, “el más grande de su calado en
monocasco de aluminio durante su construcción”, y es que
alcanza unas dimensiones que no pasan desapercibidas: tiene
115,25 metros de eslora -o longitud- y una manga de 17
metros. Tiene capacidad para 876 viajerosz y 210 turismos, y
cuenta entre sus intalaciones con ciertas comodidades: tres
zonas de bar, una tienda de regalos, equipos audiovisuales
para la emisión de películas -tiene más sentido ver una
película en su trayecto común, entre Denia y Palma de
Mallorca, que llega a las tres horas, que en el paso del
Estrecho que no llega a una hora-, una guardería y
habilitación para discapacitados. “El García Lorca es el
ideal de calidad del servicio de Baleària”, expresó el
capitán de este ferry. “Se trata de un buque muy rápido a la
vez que resistente”, apuntó Fuertes, puesto que puede
soportar la embestida de olas de hasta cuatro metros de
altura y un mar bravo de temporal fuerza ocho.
Durante este mes, el García Lorca realizará dos rotaciones
diarias, uniendo Ceuta con Algeciras desde las nueve de la
mañana hasta las nueve de la noche. En el caso de los
viernes, “también saldrá durante la sobremesa, momento en
que los ciudadanos caballas marchan para la Península”.
El puente de mando
Una estancia privilegiada en la embarcación es su puente de
mando, lugar desde el que se gobierna el ferry, se controla
el estado de la mar y se observa con recelo el estado de los
motores y de las instalaciones. Rumbo a la Autoridad
Portuaria, el capitán Fuertes y el oficial en prácticas
Jonás García explicaron a EL PUEBLO el funcionamiento de
este cuadro de mandos, dotado de adelantos técnicos que
permiten que la navegación, dentro de la dificultad que
entraña el dominio de esta máquina, se lleve a cabo con las
suficientes medidas de seguridad. “Las nuevas tecnologías
ofrecen muchísimas ayudas a la navegación”, declaró García,
que miraba celosamente el cuadro de control durante toda la
travesía, a la vez que nos explicó el funcionamiento de cada
uno de los monitor de rastreo. Frente a los mandos, hay un
monitor digital “que funciona con software informático para
el control cinemático”, es decir, para saber a ciencia
cierta la velocidad con la que se mueven los barcos, su
dirección, puerto de origen y de amarre, así todos los
objetos flotantes que se aproximan al casco, “para evitar la
colisión”. También hay una conexión electrónica, a través de
señal analógica, que une la sala de navegación con una base
de datos compartida por todos los barcos que se encuentran
en un radio determinado. Ésta ofrece “una segunda
información sobre el estado de la mar y de los barcos que
hay alrededor”. Con el nombre de ‘Charter display system’,
este monitor electrónico muestra la línea de costa y los
buques con grandes masas de color amarillo sobre un profundo
fondo negro, que representa el mar. “La tecnología también
puede fallar, porque trabajamos con ordenadores. Por eso, en
el puente de mando hay tres pares de ojos para vigilar”.
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Baleària usó el García Lorca para probar la posible línea
Motril-Melilla
El ferry García Lorca tenía que
haber llegado a las aguas del Estrecho el pasado día uno de
febrero, como comunicó la empresa naviera hace un par de
semanas. Sin embargo, no arribó hacia Ceuta hasta este
domingo, día tres de febrero, debido a una decisión de la
directiva alicantina. El presidente de la compañía, Adolfo
Utor, afirmó a los medios que están “estudiando” la
posibilidad de conectar los puertos de Motril y de Melilla
con un fast-ferry de Baleària. Para comprobar la viabilidad
de este proyecto, el barco encargado de cruzar el charco fue
el Federico García Lorca, que venía de camino desde las
islas Baleares para cubrir en Ceuta el servicio de
transporte hacia Algeciras, sustituyendo “temporalmente al
Avemar Dos”, que va a pasar su ‘ITV’. Ése es el motivo por
el que García Lorca llegó a la ciudad comenzó a operar en la
ciudad caballa el pasado domingo, en vez del viernes.
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