En forma de ‘u’, la planta semisótano, o la primera planta
del sótano [la manzana tiene dos] se extiende paralelo a la
calle Padilla, Revellín e Ingenieros.
Conectado a la calle con al menos dos entradas desde Padilla
y Revellín, los casi 4.000 metros cuadrados de superficie
iban a destinarse a un centro comercial y un amplísimo
supermecado. Sin embargo, las imposiciones de los tribunales
han obligado a cambiar los usos para destinarlos a uso
dotacional.
Por ello, la posibilidad del mercado central de abastos en
el lugar, no sólo no es una posibilidad descabellada, sino
que, por el concepto previsto de instalación para el
mercado, es sencillamente idónea. El mercado contaría con un
muelle de carga en la calle Ingenieros y se adaptarían los
320 metros cuadrados de aquella esquina [que se guardaba la
propiedad para aparcamientos privados] a una zona dedicada a
la logística del propio mercado. La instalación es realmente
grande [más lo es el actual mercado dividido en tres
plantas]. En concreto la superficie dedicada a los puestos
de venta y por donde podría deambular el público, es de
3,450’40 metros cuadrados [más los 320 m2 antes indicados].
Este sótano cuenta con un local de 409 metros cuadrados
[frente a Telefónica] que no se incorporaría al mercado [es
el local nº 1 de la propiedad, el de mejor localización].
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