El acuerdo total entre las partes implicadas en el proyecto
de campus universitario para Ceuta no es perceptible en el
horizonte. Así lo dejó entrever el director general de
Universidades del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC),
Javier Vidal, que visitó ayer la ciudad.
Este resaltó algunas de las peculiaridades del proyecto
ceutí. Especificidades que se convierten en dificultades que
hay que sortear. Por un lado Vidal recordó que para sacar
adelante el campus universitario se ha de contar con la
voluntad de cuatro partes intervinientes. “No es una
combinación habitual, incluso podemos decir que es la
primera vez que se nos da”, matizó. Por otra parte, el
representante del MEC explicó que en el caso de Ceuta “no se
trata de crear un campus como tal, sino de remodelar un
edificio levantado que tiene unas características”.
Las problemáticas que se han de abordar van desde la
propiedad del edificio y su cesión, a la garantía de que la
instalación va a contar con las infraestructuras mínimas
para el desarrollo de la enseñanza universitaria. A todo
ello hay que añadir, según Vidal, que se ha de asegurar el
mantenimiento adecuado del edificio durante un periodo casi
indefinido. “Estos son tres aspectos muy importantes que
tienen que estar garantizados. No habrá visto bueno sin
tener certeza del cumplimiento de unas condiciones mínimas”,
aseveró el director general de Universidades.
El encuentro entre Vidal y los representantes de la Ciudad,
encabezados por el vicepresidente, Pedro Gordillo, sirvió
para “encontrar nuevas posibilidades que quizá puedan
solucionar los problemas aparecidos”. Unas vicisitudes “más
de carácter técnico que otra cosa”, según añadió. El
director general de Universidades se comprometió a seguir
avanzando “lo más rápidamente posible para definir cuanto
antes los compromisos que cada parte ha de asumir”.
Sin plazos marcados
El representante del MEC hizo oídos sordos al anuncio de la
consejera de Educación de “buscar otras opciones” para el
acuartelamiento Teniente Ruiz si no fructifica el acuerdo
con la Administración. Este abogó por la cooperación con la
Ciudad y recordó que los plazos no los marcan los políticos
sino los técnicos.
Vidal recordó que la actuación en el cuartel del 54 implica
modificar escrituras de propiedad y comprometer presupuestos
plurianuales. Cuestión esta última que entrañan el
pronunciamiento del Consejo de Ministros.
Por otro lado, Vidal no quiso entrar en polémicas respecto
al cariz urbanístico que se había achacado al proyecto de
campus de la Ciudad: “Para nosotros esta ha sido, desde el
principio, una actuación educativa. Muy similar a las
estrategias que se han seguido en otras ciudades”.
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