Los dos líderes políticos locales que comparecieron ayer
ante los medios de comunicación utilizaron sus respectivas
ruedas de prensa para dar su visión sobre el conflicto de la
barriada de Benzú con el transporte público.
A mediodía, tras el Consejo de Gobierno, Yolanda Bel dijo
tener el convencimiento de que “ni la Delegación del
Gobierno ni la Ciudad Autónoma están cruzadas de brazos con
este asunto” y abogó porque las dos Administraciones
actuasen de forma coordinada para alcanzar una solución al
conflicto favorable para los vecinos.
“Tenemos que hacer todo lo posible para que esas obras que
se están acometiendo [“visto lo visto, ojalá no las hubieran
iniciado nunca porque sólo van a servir para que se hagan
carreritas, dijo ayer algún vecino de la barriada a los
periodistas] causen las menos molestias posibles a los
residentes”, apuntó Bel.
Dos horas antes, en Hadu, Mohamed Ali fue mucho más
beligerante que la portavoz gubernamental y advirtió incluso
a la Delegación del Gobierno de que si no se ponían en
marcha medidas “suficientes” para evitar mayores perjuicios
su partido se plantearía incluso presentar una demanda
contra la Administración General del Estado por hacer “una
evidente dejación de sus obligaciones con los vecinos de la
barriada de Benzú”, para la que UDCE propuso con el inicio
de las obras en la N-354 el reparto de pegatinas que
acreditasen exclusivamente a los vecinos de la barriada para
seguir circulando por la Nacional siempre y cuando la
evolución de los trabajos lo permitiese.
Manzana y PGOU
En otro orden de cosas, Bel dijo también que el primer
borrador del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)
se hará público “en próximas fechas”, previsiblemente antes
de las próximas elecciones generales del 9 de marzo, y que
la decisión definitiva con respecto al traslado del Mercado
Central a la Manzana del Revellín o a otra ubicación se
conocerá antes de final de mes.
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