A poco más de un año para que el nuevo hospital, situado en
Loma Colmenar, comience a funcionar al cien por cien, José
Durán, presidente de la Asamblea Provincial de la Cruz Roja
de Ceuta, asegura que la primera idea de la institución
humanitaria es destinar el edificio que ocupa el Instituto
Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en un centro para el
mayor dependiente que padezca de enfermedades crónicas.
El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) es el
encargado de estudiar la viabilidad de este proyecto. Este
órgano evaluará las condiciones que reúne el edificio para
facilitar una vida lo más digna posible a personas que
necesitan la ayuda de terceros para valerse por sí mismos.
Durán afirma tajantemente que no será un geriátrico lo que
se disponga en este edificio y que será un centro de uso
para personas mayores con dificultades en la realización de
las tareas cotidianas y que necesiten de la colaboración de
trabajadores de la Cruz Roja.
Uno de los principales inconvenientes para que el proyecto
salga adelante radica en el diseño de la estructura del
pabellón, que debería retocarse por completo, ya que la vida
de estas personas requiere de espacio comunes, como salas o
salones donde compartir el día a día. Durán indica que el
coste de los cambios que se produjesen se pagarían con los
fondos de la propia institución.
También deberá evaluar el IMSERSO si Ceuta reúne las
condiciones propicias como para que el uso de ese centro se
destine en exclusiva a los mayores.
Si fuera posible, finalmente, hay que indicar que el
edificio cuenta actualmente con cerca de 150 camas, unas 15
habitaciones por cada una de las siete plantas. La actual
ley de dependencia que rige en España da una gran
importancia a la utilización de los espacios interiores
cuando de mayores se trata. De este modo, se pretendería que
en cada habitación sólo viviera una persona. “Habría que
comprobar el estudio del IMSERSO, qué financiación se nos
exigiría que aportásemos y cuántas camas iban a salir
finalmente”, dice Durán. También asegura el presidente de la
Asamblea de la entidad que siempre se contaría con la
participación de la Ciudad, en caso de que el gobierno local
estuviera interesado en colaborar.
Asimismo, se abrirían las puertas a otras entidades
interesadas. Sería un proyecto sociosanitario donde se
pretende mejorar la calidad de vida de las personas mayores
dependientes.
La última palabra la tiene el IMSERSO, que ofrecerá, entre
otros datos, el núcleo de población beneficiario; así como
los recursos y necesidades que cada uno de los residente
necesitaría para llevar a cabo su vida diaria.
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Los aperos sanitarios del actual hospital, sin destino
concreto
En el todavía hospital de Ceuta
existe numeroso instrumental sanitario del que se desconoce
cuál será su futuro cuando el edificio deje de tener una
función hospitalaria. Los miembros de Cruz Roja creen que
será difícil poder contar con los aperos, pero sí confían en
que alguno de ellos queden en su poder, como una muestra de
gratitud, después de que durante casi 20 años su pabellón
haya sido usado en beneficio del Estado. Desde el gabinete
de prensa del INGESA no se desconoce, concretamente, el
destino final de los aparatos, pero lo más normal, asegura
el representante, es que “los instrumentos más nuevos sean
reutilizados en el nuevos hospital”. Todos estos asuntos
deberían ser tenidos en cuenta desde este momento por la
administración responsable, ya que la apertura de las
primeras consultas externas se han estimado en un plazo no
superior a seis meses, en una cuenta atrás por máxima
operatividad del centro de Loma Colmenar.
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