En su regreso al banquillo del Alfonso Murube José Enrique
Díaz se dejó de experimentos para colocar a sus hombres en
sus posiciones naturales.
Con la baja de Aitor por lesión, el entrenador sevillano
optó por plantear un 4-4-2 con Alberto como único
mediocentro y Javi Navarro en la mediapunta. Así, en banda,
actuaron Berruezo por la diestra -que fue el mejor de su
equipo- y Álvaro por la izquierda.
Arriba, en ataque, jugaron Enzo y Fran Amado, mientras que
atrás formaron Txiki, Santacruz, Sandro y Pepe Martínez.
En la segunda parte tuvieron su oportunidad Tato, que
reemplazó a Enzo, Carlos Seidi, que sustituyó a Berruezo, y
Juanfran que hizo lo propio con Sandro, quien se tuvo que
retirar después de un salto con un rival debido a la
hemorragia que presentaba en la ceja.
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