La AD Ceuta sumó tres puntos ante el Talavera en el estreno
de José Enrique Díaz quien, en el arranque de su tercera
etapa en el banquillo del Alfonso Murube, hizo bueno el
dicho de ´a entrenador nuevo, victoria segura´. Una victoria
que prácticamente fue lo único positivo para los caballas
quienes apenas hicieron méritos para apuntarse el triunfo y
que se encontraron en el lateral toledano José Ángel su
mejor aliado al cometer un penalti, materializado por Enzo,
y ser expulsado en esa misma acción.
A pesar de que el entrenador sevillano apostó por un 4-4-2
con Javi Navarro en la mediapunta por detrás de Enzo y Fran
Amado, las acciones de peligro brillaron por su ausencia
cuando ambas escuadras estuvieron en igualdad de
condiciones. Por lo que la única manera de crear peligro
para los ceutíes fue a balón parado en las botas de Pedro
Berruezo, colgando balones sobre la portería de un Talavera
bien plantado. Así Pedro Morilla dibujó un 4-1-4-1 que
mantuvo a raya a los locales que insistían en colgar balones
sobre un Javi Navarro que sigue ´gafado´. El gaditano tuvo
una oportunidad clarísima cuando se cumplía el primer cuarto
de hora de partido al rematar libre de marca un balón
colgado desde la diestra. Pero su testarazo se encontró con
un Vega que, atento, mandó a córner.
Los minutos pasaban y los nervios empezaban a hacer mella
entre los ceutíes que cayeron en varias imprecisiones. Un
error que apunto estuvo de costar caro lo tuvo Santacruz en
la salida de balón. Un esférico que, a pase de Balduino,
llegó a Bayarri que desde la frontal mandó por encima del
larguero.
El encuentro entró en una fase de desaciertos, sobre todo en
el bando caballa, que se agravaría a medida que se iba
acercando el final del primer periodo. Con esa dinámina, una
nueva falta de entendimiento en la zaga local, la aprovechó
Sérvulo para plantarse ante Lledó y, al escorarse, rematar
fuera. Ese nuevo fallo propició que las protestas, que ya se
habían escuchado anteriormente, tomaran fuerza y se
tradujeran en una pitada que curiosamente estimuló a los
blancos.
Heridos en su orgullo el conjunto local despertó en la
persona de Fran Amado que robó un balón en campo propio, se
marchó en velocidad, y provocó una falta en la frontal que
botó Pedro Berruezo obligando a Vega a desviar a córner. El
propio Berruezo, el mejor de los suyos en los primeros
cuarentaicinco minutos, telegrafió un balón a Javi Navarro
que remató sobre el guardameta rival. Aun así, la última
ocasión del primer tiempo, la tuvo el Talavera por mediación
de Rubén, que chutó desviado por encima del travesaño.
En la reanudación el duelo pareció tener algo más de ritmo,
aunque la mejor arma de los ceutíes seguía siendo la
estrategia. Siguiendo la línea de la primera mitad, en
acciones a balón parado, Berruezo botó dos faltas que Enzo y
Santacruz remataron fuera.
Pero el Talavera, lejos de amilanarse, puso la réplica al
finalizar Jesús Rubio un contragolpe desde la frontal,
obligando a Lledó a despejar a saque de esquina.
Con ese panorama, y con ambos equipos mirando algo más la
puerta contraria, el partido no tardó en romperse. Los
manchegos, pensando en colectivo, parecían tener las de
ganar ante un Ceuta que abusaba de las individualidades y
donde cada uno hacía la guerra por su cuenta.
En esas, con las espadas en todo lo alto, llegó la jugada
clave de la tarde al decretar el colegiado una pena máxima
por mano de José Ángel. El lateral blanquiazul, que había
visto tarjeta amarilla poco antes, dejó a los suyos con diez
al ver la segunda para colmo de males.
La grada del Murube, recordando las cuatro últimas penas
máximas desperdiciadas, no las tenía todas consigo cuando
Enzo se plantó ante Vega. Pero el argentino no perdonó,
batiendo de certero zapatazo a Vega, y poniendo a los suyos
por delante.
A partir de ahí, jugando con un hombre más sobre el terreno
de juego y con el Talavera dejando espacios atrás, el Ceuta
disfrutó de sus mejores ocasiones cuando todavía restaba
media hora para el final de la contienda.
Entre tanto Pedro Morilla intentó mover el banquillo para
recomponer a su equipo tras la expulsión, y poner más
mordiente, pero las ocasiones caían del lado caballa que,
sin hacer nada del otro mundo, gozó de ocasiones para
incrementar su renta.
Corriente a favor, Pepe Martínez intentó sorprender a Vega
al botar una falta desde la frontal. También tuvo el segundo
Javi Navarro al cabecear un córner, pero el gaditano se
encontró con la madera. Ya en tiempo de descuento Tato, en
un dos para uno, se entretuvo demasiado al combinar con Fran
Amado, pero el marcador ya no se movería. Tres puntos para
un Ceuta que, dando una versión descafeinada, fue capaz de
ganar al Talavera.
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En ataque el cuadro caballa sigue haciendo la guerra por su
cuenta
En el partido de ayer se pudo
comprobar, una vez más, como los delanteros de la AD Ceuta
siguen haciendo la guerra por su cuenta.
En determinadas fases del encuentro se pudo apreciar como
existió falta de compañerismo, quizás propiciada por la
obsesión de cara a gol.
La ocasión más clara de la excesiva individualidad que vive
el equipo se vivió en tiempo de descuento cuando, en un dos
contra uno favorable al cuadro caballa, Tato se entretuvo al
encarar a David Gómez, sin prestar atención al desmarque de
Fran Amado que se incorporaba solo. Finalmente cuando el
delantero murciano se decidió a soltar el esférico, este se
topó con el último hombre de la zaga toledana que abortó la
acción.
Afortunadamente para los intereses ceutíes Enzo fue capaz de
marcar desde los once metros, asegurando unos puntos que el
vestuario necesitaba.
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