La segunda jornada del Festival Internacional de Jazz de
Ceuta mantuvo el gran nivel exhibido en la primera jornada
por Charlie Hunter y su banda. Third World Love triunfó
también, pero con un jazz menos rockero y más imbuido por
las músicas étnicas, en especial las africanas.
El cuarteto israelita atendió la llamada de este periódico
unas horas antes de saltar al escenario. Su cara de un mal
despertar nos hizo sentir culpables por interrumpir su
siesta, pero ellos nos atendieron con simpatía en torno a
unas tazas de café en el hall del Hotel Tryp, donde
descansaban.
El día anterior habían estado viendo a Charlie Hunter, como
comentaron, y no se les veía ansiosos por su actuación,
seguramente confiados en su gran calidad técnica a los
mandos de sus instrumentos: Avishai E. Cohen, trompeta;
Jonatan Avishai, piano; Omer Avital, bajo; y Daniel Freedman,
batería.
“La primera vez que tocamos juntos, en Barcelona en el año
2002, vimos que había química”, explica Freedman, “ya nos
conocíamos, pero no habíamos tocado todos juntos hasta ese
momento”.
“Íbamos a tocar sólo una vez, pero lo hicimos tres noches
seguidas y luego decidimos formar un grupo”, recuerda el
batería. Luego vinieron tres álbumes más el que estrenaron a
primeros de este mes, New blues.
“Nuestra música es ecléctica”, contesta Freedman ante una
pregunta tan trivial y necesaria: “Todos componemos, pero
luego hacemos los arreglos juntos. Los cuatro tenemos una
base de jazz, pero luego estamos muy interesados en las
músicas étnicas, como la marroquí”.
Es por ello que a Third World Love, que mañana deben tocar
en el Festival de Jazz de Lugo, les place estar en Ceuta.
“Una ciudad muy bonita”, comenta Jonatan Avishai; y pregunta
si hay, después de su concierto, algún local para poder ver
alguna actuación en vivo esa misma noche.
“No hay una definición única para nuestra música”, apunta el
bajista Omer Avital, mientras que Avishai Cohen añade que
“no hay mucha gente que combine estas músicas del mundo con
el jazz”.
“Cuando dices jazz, quieres decir: un gran nivel de
técnica”, afirma sin querer resultar arrogante, advierte
Cohen.
“Improvisar es crear un nuevo material con la misma música”,
explica el virtuoso trompetista afincado en Nueva York, una
ciudad con una gran tradición jazzística.
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