Espoleada por las últimas declaraciones del delegado del
Gobierno, que anteayer dejó caer que en esta ciudad cada vez
que hay un problema “se llama a la Delegación”, la Ciudad
aseguró ayer vía comunicado de prensa que tomará cartas en
el “deterioro progresivo” que vive el Tarajal y sus aledaños
y que da una imagen de Ceuta peor que mala al límite de sus
competencias. Por su parte, el delegado del Gobierno
agradeció la colaboración del Gobierno autonómico en el
control de la situación en el colegio Príncipe Felipe, donde
tras los incidentes del miércoles la situación volvió a ser
ayer de “absoluta normalidad”, según Arreciado.
• No sin cierto malestar por las palabras de anteayer del
delegado cuando instó a perder la costumbre de llamar a la
Delegación “cada vez que hay un problema”, el Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Ceuta decidió ayer dar un paso al frente
para, subrayando que no todo lo que está dispuesta a hacer
entra dentro de sus competencias, poner coto al “deterioro
progresivo de la actividad comercial en el Tarajal”. Vía
nota de prensa, que es la mejor manera de controlar los
términos de un cabreo, la Ciudad mostró su “inquietud y
preocupación” por el “deterioro progresivo que se está
produciendo en los polígonos del Tarajal y sus aledaños” y
mostró su “mejor disposición” a colaborar “con la
Administración competente” para evitar “que se sigan
produciendo perjuicios”.
Así, a la espera de la anunciada reunión con todas las
partes implicadas que se producirá en los próximos días, el
Ejecutivo local anunció que mientras el delegado averigua
“quién, cómo y dónde” se elaboran los superbultos que
bloquean el Biutz personal de la Ciudad, en colaboración con
las autoridades aduaneras, “extremará” los mecanismos de
inspección y control de las importaciones a granel de ropa y
calzado que según fuentes solventes, se facturan a un precio
considerablemente inferior al real ante la Administración y
hacen poco más que noche en los polígonos.
Además, la Consejería de Fomento seguirá tramitando los
decretos de cierre de las naves que siguen sin licencia de
apertura [ya han sido clausuradas al menos 7] y se redactará
una nueva Ordenanza para regular las sanciones que deberían
“acabar con prácticas prohibidas como la venta ambulante, el
depósito de mercancías en los viales o en establecimientos
no autorizados, el desembalaje de productos y el abandono de
neumáticos en lugares no autorizados”.
Lo dijo Vivas en campaña y lo reiteró la Ciudad de forma
institucional ayer: “Tenemos la vocación y la disposición
para acabar con una situación que ofrece una imagen de Ceuta
negativa, perjudicial y que no es acorde a la realidad de la
ciudad”.
La “llave” del sistema
Desde el otro extremo de la Ciudad, en el Monte Hacho, el
delegado del Gobierno envió un mensaje de tranquilidad a
mediodía después de visitar el Tarajal a primera hora de la
mañana: “Hemos vivido dos días duros aunque un poco menos
dramáticos que la impresión que puede tener una parte de la
ciudad, pero hoy la situación está absolutamente
controlada”, dejó claro el delegado, quien se remitió a la
dotación policial en el Biutz [25 agentes, el triple que
cuando se abrió el paso] para dejar patente el “esfuerzo
permanente” del Estado y su disposición a “asumir mis
responsabilidades”. “Cada uno”, dijo, “puede coger el rábano
por las hojas que le interese pero sin eludir ningún tipo de
responsabilidad hay que decir que existe una variable de
cierre del sistema que está en la frontera marroquí, que a
veces se cierra, como esta mañana, por razones que
desconocemos, que ellos sabrán cuáles son y que están en su
derecho soberano de tomar aunque nos creen problemas”.
Sin posibilidad de controlar ese factor, Arreciado se
esforzó por elogiar el “excepcionalmente buen trabajo” que
desarrolla la Policía Nacional en el Tarajal y por hacer
otra “llamada a la responsabilidad colectiva y compartida”
para alcanzar lo máximo que considera posible: la
sostenibilidad en equilibrio inestable del Biutz. “Es lo
máximo a lo que podemos llegar”, dijo, “porque la llave del
sistema está en el otro lado de la frontera. Yo asumo mi
responsabilidad y doy la cara, pero ninguno de los tres
pilares [Delegación, Ciudad y empresarios] puede fallar”,
pidió. Lo que no detalló es por qué si sus mandos policiales
sobre el terreno le indican cuáles son las naves donde se
refugian los cienes y cienes, que diría Sabina, de
porteadores con los conflictivos superbultos no se han
tomado medidas al respecto para ver qué, quién y cómo está
detrás de ellas.
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Arreciado dice que Marruecos ha concedido el último mes
3.000 pasaportes para entrar en Ceuta sin visado
El delegado del Gobierno cifró
ayer en 3.000 los pasaportes expedidos por Marruecos sólo
durante el último mes en la provincia de Tetuán, con los que
sus titulares pueden acceder a Ceuta sin visado y, por lo
tanto, trabajar como porteadores. “Hemos vivido dos
difíciles que se han superado ya y que no se volverá a
repetir si las dos Administraciones y los empresarios somos
capaces de consensuar un campo de responsabilidades
compartidas, pero si en un sistema que ya está colapsado y
que tiende al desorden por la base cultural de quienes lo
forman se introducen 3.000 personas más ello nos acarrea un
problema”, explicó Arreciado, “que todos debemos de entender
y aceptar que nadie tiene desidia por solucionarlo”. Lo que
sí dejó claro el onubense es que, aún sabiendo la causa
inmediata del problema, la vía para solucionarlo no es
fácil: “Aunque sólo sea por pudor no veo cómo se puede pedir
a un país soberano que no le dé pasaportes a sus
ciudadanos”, advirtió el delegado, quien tildó de
“espectacular” y creciente la colaboración del Reino de
Marruecos tras el “breve paréntesis” que “por las causas que
todos conocemos” siguió a la visita Real.
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