La sorpresiva visita de los Reyes de España a las ciudades
de Ceuta y Melilla aun no ha sido digerida, al día de hoy,
por los medios de comunicación marroquíes. La temprana
edición de los mismos, añadida en muchos casos a la
característica singularidad que hace a bastantes medios
sacar un número de viernes a domingo, hace que al día de hoy
no podamos -todavía- evaluar las respuestas, aunque podemos
inferirlas a tenor, tanto del contenido de la rueda de
prensa del portavoz del Gobierno marroquí, como de la
reciente llamada a consultas del embajador del Reino de
Marruecos en España, Omar Azziman. La agencia oficial, MAP,
no se ha andado por las ramas, el lenguaje oficial es
particularmente duro: no se habla de la “tradicional
reivindicación marroquí”, sino de “presidios” y “ciudades
expoliadas”, “visita lamentable”, en definitiva “fuerte
rechazo” y “clara condena”. Abbas El Fassi, Primer ministro
marroquí y representante del más rancio nacionalismo
radical, habla de “sorpresa” y de “haberse enterado por la
prensa española”, manifestando su “profundo lamento y
rechazo” advirtiendo -ojo al dato- que esta iniciativa
“influirá sobre las relaciones privilegiadas” existentes
sobre ambos países, esperando finalmente que “se renuncie a
esta visita”.
Hasta el momento y dentro de los medios arabófonos, el
cotidiano “Almassae” (el periódico más vendido al día de hoy
en el vecino país) comenta en su portada (junto a una foto,
como puede ver el lector, de Don Juan Carlos y el Rey
Mohamed VI hablando distendidamente) la próxima visita de
los Reyes de España, entendida como una “maldición” (junto a
la iniciativa del juez Garzón) por un ex diplomático
marroquí y de la que señala:
- El ministro marroquí de Exteriores, Taieb El Fassi, habría
sido advertido por su homólogo español Moratinos “en el
último momento”, tras la vista de los Príncipes a Marrakech.
- “El Rey (de España) no puede tomar esta iniciativa sin el
permiso del Gobierno”.
- La visita debe entenderse en “clave electoral”. Zapatero
presumiría de su “talante” y “diplomacia”, superior a la
“fuerza bruta de la derecha”.
“Le Matin” reproduce solamente el comunicado oficial y
“L´Economiste” emplea un lenguaje más anodino y suave, aun
comentando que España habría traspasado “ciertas líneas
rojas” según el Gobierno marroquí.
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