El técnico caballa Diego Quintero acertó al volver a jugar
con el rombo en el centro del campo. Sobre todo viendo el
entramado defensivo dispuesto por un José María Nogués que,
por delante de la línea de cuatro defensas, dispuso a Pedro,
Solano y Fernando.
La decisión de emplear un mediocentro dejó a Aitor en el
banquillo, quien en la segunda mitad demostró lo que ya se
sabía: que tiene madera. Además de esa decisión, también se
vio como Juanfran gana enteros jugando de central, o la
calidad que atesoran Castells o Fran Amado que salieron
desde el banquillo.
A pesar de que el Écija salió al Murube con el ´autobús´,
los ceutíes tuvieron la suficiente constancia para terminar
pasando por encima, y para incluso haber goleado a los
azulillos que se dejaron en Ceuta un segundo puesto que
ahora ostentan los caballas.
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