La AD Ceuta solventó con oficio y calidad un nuevo
compromiso en casa. Y van cuatro de cuatro en el Murube,
donde los rivales le habían perdido el respeto a los
caballas en las dos últimas temporadas.
Diego ‘Coco’ Quintero sacrificó a Aitor, pese a que lo había
jugado todo a un gran nivel, para jugar con rombo en el
centro del campo. Alberto, que lució el brazalete de
capitán, era el único pivote con David Fas y Álvaro en los
costados y Javi Navarro en el centro. Arriba Tato-Enzo con
Fran Amado en la recámara. El Ceuta, un equipo hecho para
buscar la portería rival, salió a por el partido ante un
Écija, segundo clasificado, mermado por las bajas, sobre
todo en la banda derecha, pero de lo más reservón. El equipo
astigitano jugó a no perder y lo que es peor en función del
rival. Defensa de cuatro, trivote en el centro del campo con
Solano marcando a Javi Navarro, Pepe Díaz y Nolito en la
bandas con Luna como referencia ofensiva. El ex del Almería
y Xerez estuvo ‘missing’ y sólo se dejó notar por sus
protestas al árbitro que le costaron una amarilla. El bloque
de Nogués neutralizó en diversas fases del encuentro el
arsenal ofensivo del Ceuta, pero el equipo caballa tiene más
de un argumento para hincarle el diente al oponente que
tenga enfrente, además en el Murube juega con mucha
confianza y cree en sus posibilidades, aunque el gol tarde
en llegar. El Écija jugó con fuego y acabó quemándose. No
obstante, en los cálculos de los astigitanos entraba perder
en Ceuta. Otra historia será el partido que disputarán en el
San Pablo con el Linares. Los blancos, segundos con 15
puntos, viajarán a Melilla con la intención de imponer su
ley: la del fútbol creativo y ofensivo.
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