Aún sin conocerlas en profundidad, tarea que ha encomendado
a su consejero de Presidencia, Pedro Gordillo, el presidente
de la Ciudad, Juan Vivas, se atrevió ayer por la tarde,
apenas unas horas después de concluir la IX Reunión del
Grupo de Trabajo Hispano-Marroquí sobre inmigración, a
aventurar que las conclusiones de la misma serán “poco
operativas”.
Así le sonaron, aparte de “repetidos” al presidente ceutí,
los acuerdos alcanzados ayer por la mañana en Toledo en
dicho foro, donde la delegación española, encabezada por la
secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí; y la
marroquí, liderada por el director de Emigración y
Vigilancia de Fronteras, Khalid Zerouali; se comprometieron
a “agilizar” a través de los consulados del Reino alauita en
España el retorno de los Menores Extranjeros No Acompañados
(MENA) marroquíes a su país de origen.
En la inauguración de la Semana de la Juventud, Vivas
recordó que “en otras ocasiones ya se han anunciado acuerdos
similares poco operativos” y previó para los actuales un
resultado similar. “Se ha desaprovechado otra oportunidad
para que Ceuta, que tiene una amplia experiencia en esta
problemática, ayudase y aportase este conocimiento al resto
de interlocutores, ya que hay formas más eficaces de
gestionar este asunto”, abundó el presidente ceutí, quien
señaló a “las oenegés” como uno de los mejores instrumentos
para colaborar con las instituciones, máxime si, como es el
caso de Ceuta, se carece de representación consular.
“Escurrir el bulto”
Como el presidente por la tarde, la portavoz del Ejecutivo
ceutí había lamentado a mediodía, al repasar ante los medios
de comunicación el Consejo de Gobierno, la no invitación a
Ceuta y Melilla para participar, aunque fuera con voz pero
sin voto como Andalucía y Canarias, a la cumbre.
Bel volvió a referirse a la “discriminación” que perciben
las dos ciudades autónomas en la actitud al respecto del
Ejecutivo de Zapatero, al que pidió “un motivo” que
justifique su criterio.
Especialmente dura fue la consejera con el fax que, según
desveló, remitió recientemente Rumí a la Ciudad en respuesta
a su demanda de explicaciones: “El Gobierno se limita a
escurrir el bulto y a salir del paso”, criticó la portavoz,
quien acusó a Zapatero de estar haciendo “lo que no había
hecho ningún Gobierno anterior, ni los de Aznar ni los de
Felipe González: discriminar sistemáticamente a Ceuta y
Melilla en dos temas como el de la inmigración y los Menores
Extranjeros No Acompañados (MENA) sobre los que
evidentemente tenemos mucho que decir”.
Ayer a mediodía, en Toledo y públicamente, Rumí se limitó a
reiterar, como hizo en su fax al Gobierno de Juan Vivas, que
“todas las Comunidades Autónomas pueden tener la garantía”
de que están “bien representadas” en este tipo de encuentros
bilaterales y se limitó a pedir “responsabilidad política” a
las instituciones de las dos ciudades norteafricanas. [En la
convocatoria de la cita se argumentó que sólo Andalucía y
Canarias estaban citadas “por ser las dos CC.AA. que
proporcionalmente tienen mayor número de MENA acogidos”].
“El Gobierno de Ceuta no conoce los motivos de nuestra no
invitación porque no se nos ha dado ninguno y no voy a hacer
cábalas ni hipótesis”, descartó Bel, quien también denunció
que el Ejecutivo socialista “no nos da ni a Ceuta ni a
Melilla, por volumen de MENA acogidos en relación con
nuestra población y nuestro territorio, el lugar que
merecemos”.
A pesar de todo, la Ciudad adelantó que seguirá colaborando
sin reparos con la Administración General del Estado “sea
cual sea su color político” en relación con los asuntos
migratorios, tal como le pidió Rumí a Ceuta en su fax.
“Siempre lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo”, dejó
claro Bel.
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