Vecinos de los inmuebles colindantes a Galea 10 no sólo no
han mostrado su extremada preocupación, sino que han
solicitado un informe técnico independiente que señala que
“ante un posible derrumbe incontrolado”, de ese inmueble,
“generaría peligro para las personas y bienes del entorno”.
La situación actual, reza el informe, se agrava por el hecho
de “encontrarse la edificación en pendiente” que en caso de
derrumbe y por la situación “provocaría el deslizamiento de
la cimentación” del edificio colindante “susceptible de
ocasionar, evidentemente, daños”. Los vecinos se quejan de
la lentitud procesal en el que se tramitan las denuncias de
los actuales moradores, lo que ha provocado, dicen, un
retraso y provocado “un serio peligro para todos”, indican.
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