La llegada de las medusas se ha convertido en las últimas
temporadas estivales en una estampa familiar. Los
voluntarios y el personal médico de la Cruz Roja en Ceuta
atendieron a un total de 3.445 personas por picaduras de
medusas. Esta cifra es la suma de las intervenciones en
junio, julio, agosto y septiembre y supone el 73 por ciento
del cómputo total de intervenciones por parte de la Cruz
Roja en el litoral ceutí durante el año pasado. La
organización sin ánimo de lucro posee un registro de las
actuaciones realizadas en cuatro playas de la ciudad: El
Chorrillo, La Ribera, Benítez y Miramar. El mayor número de
personas atendidas a causa de una picadura de medusa se
observa en El Chorrillo con 1.340 actuaciones por parte de
la Cruz Roja, seguida de Miramar con 1096, Benítez con 383 y
La Ribera con 626. En todas las playas existe un dato en
común y es, que en los meses de julio y septiembre aumentan
considerablemente las intervenciones por picadura de medusa
respecto a junio y agosto. En el Chorrillo, tanto en julio
como en septiembre se apuntaron 468 actuaciones cada mes
frente a las 194 de junio y las 210 de agosto. Paralelamente
en Miramar, los meses de julio y agosto se superan las
atenciones hasta llegar a las 425 mientras que en junio se
contabilizaron 44 y en agosto, 202. En la Ribera, 244
bañistas tanto en julio como en agosto acudieron a los
servicios de Cruz Roja por una picadura de medusa. En junio
fueron 35 y en agosto, 103. La playa de Benítez, que
registró el número más bajo de atenciones, fue escenario de
131 picaduras en julio y septiembre mientras que en junio
sólo se dieron 20 casos y en agosto, 101. Los datos
ofrecidos por Cruz Roja manifiestan que en julio y agosto se
producen más ‘ataques’ de este animal mientras que en el mes
de junio tienen una presencia muy leve y agosto, se presenta
como una etapa intermedia.
¿Cómo se atiende?
La picadura de la medusa generalmente es leve pero muy
molesta y dolorosa. Cuando el tentáculo de este animal se
posa sobre la piel provoca una irritación cutánea, que no
hay que frotar con ninguna toalla o prenda. Nunca se debe
limpiar la zona afectada con agua dulce porque pueden
romperse los restos de células urticantes adheridas a la
piel y liberar más líquido. Por lo tanto, lo mejor es
limpiar la zona con suero fisiológico o con agua salada. Es
beneficioso aplicar frío durante 15 minutos, por ejemplo,
con una bolsa de hielo, pero nunca que exista un contacto
directo entre hielo y la piel. Si el estado de la persona
herida empeora progresivamente a pesar de aplicar el frío,
será pertinente que sea trasladada inmediatamente al centro
médico más cercano. Normalmente, los servicios de Cruz Roja
limpian la herida y aplican un antihistamínico de acción
rápida, es decir, una crema que frena la alergia que produce
la picadura.
También existen otros tratamientos tradicionales como la
aplicación de aceite, cuyas propiedades reducen el avance de
la irritación y los efectos; como el picor y el dolor.
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