La crisis total desatada por la dimisión de la que era hasta
el domingo por la noche secretaria general del PSOE ceutí,
Antonia Palomo, se cobró ayer su segunda víctima en el
número dos de la candidatura socialista, Sergio Moreno, que
también habría sido su compañero en la Asamblea durante los
próximos cuatro años, y que como Palomo renunció a su acta
de diputado mostrando su disposición a continuar como
“militante activo” del partido.
“Soy de la opinión”, informó Moreno a través de un
comunicado de prensa, “de que desde el Grupo socialista
hemos desarrollado una intensa labor de oposición, rigurosa
y firme, como es exigencia dentro de una sociedad
democrática [...] En estos momentos sólo tengo palabras de
agradecimiento a los compañeros que me han ayudado en mi
labor de diputado”, dejó claro el funcionario, quien enmarcó
su decisión en “una toma en valor de lo que yo entiendo que
es la responsabilidad política y el servicio público”.
Mientras según todas las fuentes consultadas en las próximas
horas se podría concretar también la renuncia a su acta de
la número 3 de la lista del PSOE, Alicia Cordente, la
Ejecutiva Regional ya ha remitido a la Federal de Madrid su
propuesta para confeccionar la lista de militantes [pueden
ser tres, cinco o siete] que se encargaría de llevar, hasta
después de las elecciones generales de marzo del año que
viene, el partido.
Los nombres propuestos son, según fuentes de toda solvencia,
los del actual presidente del PSOE ceutí, Juan José León
Molina; Manuel Calleja, miembro de la Organización Sectorial
de Educación Universitaria del partido; Gonzalo Sanz,
secretario de Movimientos Sociales y responsable de
barriadas; la propia Alicia Cordente; Milagros García,
actual directora de la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD)
de la Delegación del Gobierno; Manuela Miaja, número 18 de
la última candidatura y miembro de una de las familias con
más raigambre socialista de la ciudad y Antonio Gros,
profesor de Magisterio en la Universidad de Granada.
Fuentes del sector crítico con la orientación dada al PSOE
por Toñi Palomo y su equipo más estrecho de colaboradores
durante los últimos seis años criticaron ayer el hecho de
que la ex secretaria general trate de “tutelar” el proceso
de renovación de la dirección del partido al no haber
incluido a “ningún militante” con otra “sensibilidad
política” en la lista de nombres propuestos para componer la
Comisión Gestora, que dada su presumible duración no se
limitaría a ejercer como responsables de trámite del
partido, sino que de hecho tendrá que asumir la dirección
política del mismo durante un año salvo adelanto de las
elecciones a la Presidencia del Gobierno de la nación.
La propuesta trasladada por los órganos del PSOE ceutí a la
Secretaría de Organización de la Ejecutiva Federal no tiene
carácter vinculante y necesita del visto bueno del área que
dirige José Blanco, pero esto no implica, según confirmaron
ayer fuentes de ambos ‘grupos’ ni que la dirección nacional
vaya a hacer cambios en la misma ni lo contrario. Ayer, en
declaraciones a este periódico, el propio Moreno deseó que
la decisión definitiva no se prolongue “más allá de
veinticuatro o cuarenta y ocho horas”.
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