El Partido Socialista Obrero Español en Ceuta, ocho años
después de la crisis que supuso el ‘caso Bermúdez’ tras el
desembarco del GIL, necesita de una profunda reflexión
interna, en tanto en cuanto, esta ciudad necesita también de
una formación de centro-izquierda fuerte y bien conexionada
con su organización central en Madrid.
En estos momentos, el hecho de que el PSOE no haya podido
capitalizar el ‘arreón que supuestamente aportaba el
gobierno estatal, es una clara muestra de un trabajo que no
ha sabido ‘conectar’ con el ciudadano.
No es muy positivo para la sede de Daóiz el que el ceutí no
haya sentido la garantía de un partido que, por poner el
ejemplo más claro en cuanto a gesto inequívoco, puso en
Ceuta, de visita absolutamente oficial como tal, al
presidente del Gobierno; salvo que el llamado efecto
Zapatero haya sido ensombrecido por el ‘efecto Palomo’ que,
a la luz de los resultados, no ha calado en la ciudadanía,
ni entre sus votantes.
Del mismo modo que Vivas ha demostrado en estos comicios que
su triunfo en 2003 fue por algo más que el mero análisis
[desde los asientos socialistas] del ‘efecto Perejil’,
Palomo no ha podido capitalizar el efecto PSOE en el
gobierno de la nación. Y es que las elecciones en Ceuta no
cuentan con el referente externo como pudiera parecer, y sí
necesita de un fuerte ‘tirón’ carismático popular en
términos caseros. Los casos Fráiz, Gil-(Sampietro) y ahora
Vivas, pueden dar perfecta fe de este hecho. Estos políticos
con el don y el carisma personal tan pronunciado, han calado
en los electores ceutíes en los últimos 25 años.
Por eso, el PSOE, aún no se ha recuperado de sus crisis, aún
más pronunciada desde 1999. El PP sí ha sabido acoger, sin
embargo, el poso de votantes que ‘soltó’ el GIL en 2003 y el
Partido Socialista liderado por Palomo desde pocos años
antes de esta última fecha, no ha ‘calado’ si quiera, en el
electorado de izquierdas que sí existe en Ceuta, a tenor de
los resultados alcanzados en las Generales de 2004 con algo
más de 12.000 votantes para Zapatero [Palomo ha repetido,
ahora, el guarismo próximo a los 2.900 de 2003].
Reflexión profunda
Decíamos que Ceuta sí necesita de un PSOE también fuerte. Un
partido de implantación nacional, sólido, centenario como el
socialista no puede, ni debe perder la prevalencia que se le
presupone en cualquier circunscripción, y menos en Ceuta.
Eso, y la apertura del partido de Daóiz a nuevas
incorporaciones en el seno de las siglas, que sería un sano
ejercicio a tener en cuenta. Dificilmente se puede mantener
una formación cerrada a cal y canto entorno a la figura que
representa la Secretaría General.
Tampoco es bueno que las prisas mermen la verdadera
capacidad del PSOE de regenerarse. Lo han hecho todos los
partidos y éste no debe ser una excepción. Pero debiera
hacerse desde el análisis profundo y la reflexión meditada
donde quepan todos los que se sienten próximos a la
ideología de centro-izquierda; lugar que debe capitalizar el
PSOE alrededor a sus siglas.
|
En la vecina Melilla sí despega el PSOE
Lo sucedido entorno al PSOE
melillense pudiera servir como ejemplo de cómo capitalizar
el hecho de disponer de un gobierno central del mismo color
socialista. Sí han sabido aprovechar en la vecina ciudad, la
presencia de Zapatero de visita oficial y los argumentos
sobre los ‘esfuerzos’ socialistas desde Madrid hacia
Melilla.
Y las urnas han confirmado los datos. En 2003, los
socialistas melillenses sufrieron el varapalo popular y el
de CpM de Aberchán. El PSOE de Melilla obtuvo 3 diputados,
el PP, 15 y CpM, 7. Cuatro años después, el PP sigue igual
con 15 diputados, pero el cambio ha sido claro en el teórico
margen izquierdo político. Aberchán bajó a 5 y el PSOE subió
a 5 con casi 2.000 votantes más.
|