La ausencia, aunque no por mucho tiempo, de una entidad que
responda por todas las comunidades hindúes de España, que no
disfruten de un convenio con el Estado, como las confesiones
inscritas en los Acuerdos de 1992. Mientras los colectivos
indios del país proyectan la creación formal de un ente
representativo nacional, el presidente del colectivo local,
Ramesh Chandiramani, asegura que, durante la última visita
de José Luis Rodríguez Zapatero a Ceuta, en 2006, éste “se
comprometió” a estudiar una petición de sufragio a la
comunidad hindú. No obstante, a día de hoy, no se ha
producido ninguna respuesta.
“No se hizo una propuesta fija, pero el presidente del
Ejecutivo dijo que enviaría información” sobre la viabilidad
del proyecto. A juicio de Chandiramani, el apoyo financiero
estatal es “muy importante para que la cultura hindú pueda
sobrevivir, porque, además, se trata de un colectivo
amplio”. Sin un censo elaborado, por datos aproximativos, en
la ciudad viven “entre 700 y 800 personas” de esta
comunidad. Cifra que decidió al presidente del colectivo a
proponer que la entidad que acoja a todos los descendientes
indios españoles, esté en Ceuta. Una propuesta lanzada, en
Canarias, en 2006, durante la I Convención de Hindúes de
España.
El objetivo de Chandiramani es replantear la propuesta
durante la inauguración del primer templo hindú de la ciudad
autónoma, que será, aproximadamente, a mediados de junio. La
presencia para esas fechas de numerosos representantes de
comunidades del resto del país, será “un buen momento” para
“dar fuerza a la idea y dejar caer la necesidad de una
representación conjunta”, explica.
Chandiramani espera la respuesta del presidente del Gobierno
para equiparar derechos de financiación. “Sólo en Canarias
hay más 40.000 personas de nuestra confesión, es un dato
representativo”.
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