En un buque de la compañía naviera Baleàría, la comitiva que
sigue al presidente nacional del Partido Popular, arribó a
puerto ceutí al filo de las 12’30 horas del mediodía. Con un
agradable y primaveral día, en el puerto de Ceuta, esperaban
la llegada de Mariano Rajoy la cúpula del PP ceutí. El líder
nacional de los populares llegó acompañado de un viejo amigo
de Ceuta, el secretario general del PP de Andalucía, Javier
Arenas.
Un amplio dispositivo preparado mantuvo la seguridad de la
figura del líder del principal partido de la oposición en
España quien estuvo pisando tierra ceutí durante tres horas
y media. Había llegado desde San Sebastián y por la tarde,
en un ferry de las 16’00 horas, tomó rumbo a la península
hacia Cádiz, a otro acto de la intensa precampaña electoral
que le han organizado desde la Dirección de la Campaña en
manos de Pío García Escudero.
Nada más pisar Ceuta, la comitiva se trasladó hasta la Plaza
de África; allí estaba todo preparado a las 12’40 horas para
que Rajoy dedicase unas palabras al asunto nacional del día:
la ilegalización o no, de los partidos nacionalistas
próximos a Batasuna, en manos de la decisión del Tribunal
Supremo. Un equipo de televisión con unidad móvil vía
satélite estaba listo para lanzar las imágenes a las
distintas cadenas nacionales de televisión y de radio para
el contrapunto del PP a lo defendido por Zapatero en
relación a jueces y terroristas.
Pero antes de entrar en el tema en cuestión y, a modo de
introducción, explicó brevemente por qué venía hasta Ceuta:
“Lo primero que quiero decir es que estoy enormemente
honrado y orgulloso de estar en Ceuta -dijo-. Vengo a apoyar
la candidatura de Juan Vivas y del Partido Popular. Tengo
que decir que no creo que les haga falta mi apoyo ni el del
PP. Ellos son el PP en Ceuta y han hecho una gestión
verdaderamente extraordinaria, pero aún así, por Juan, por
la candidatura y por Ceuta, yo estoy aquí apoyándole en la
confianza de que vamos a tener un nivel de respaldo muy
grande, como tuvimos en las pasadas elecciones. Quiero
decirles que dentro de no mucho tiempo vendré como candidato
a la Presidencia del Gobierno a pedirles a todos los ceutíes
que me voten a mí, y luego vendré como presidente del
Gobierno de España a Ceuta”, vaticinó entre los aplausos de
los que concurrieron a su encuentro con la prensa en la
Plaza de Africa.
Nada más concluir con sus declaraciones, Rajoy y la
amplísima comitiva que le seguía, los que le acompañan a lo
largo del todo del territorio nacional, más los populares
ceutíes encabezados por el presidente de Ceuta, Juan Vivas y
por el presidente regional, Pedro Gordillo recorrió a pie el
camino que lleva desde la Plaza de África hasta la Plaza de
los Reyes para retornar por sus pasos y, de vuelta, hacer
parada y fonda en el hotel Ulises que esperaba con el
almuerzo express junto a militantes del Partido Popular en
Ceuta.
Por el camino, las fotografías, las firmas de autógrafos,
los besos y los abrazos no cesaron. Especial atención con
los niños –algunos le saludaron ataviados con la vestimenta
de la Primera Comunión-, Rajoy derrochó cariño y cercanía
con los ceutíes. Se paró con todos los que se cruzaron con
él.
De hecho, el recorrido, que en circunstancias normales se
realiza en sólo quince minutos, se prolongó por espacio de
algo más de hora y diez minutos.
Tras la entrada en el hotel Ulises para dirigirse a los
presentes después de escuchar a Pedro Gordillo y a Juan
Vivas quien recordó ante Rajoy que su etapa política
“empieza y acaba en Ceuta”, el líder del PP se dirigió, una
vez deglutido algo de alimento, hacia el Puerto. Eran las
15’35 y el ferry, de nuevo Baleària, salía a las 16’00
horas. Intenso, muy intenso.
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