El flujo migratorio, al igual que cualquier movimiento
social, está sufriendo un cambio considerable, cuestión que
queda latente en el Informe Frontera Sur 2006.
“Vivimos en un mundo globalizado y los inmigrantes conocen
perfectamente la situación de cada paso fronterizo de ahí
que cada vez sean más los que bajo su cuenta y riesgo,
deciden comprar un cayuco y embarcarse desde sus paises
hacia Canarias o la Península, lo que supone superar
distancias de más de 1.500 kilómetros”, comentó Rafael Lara.
En Ceuta, según explica el presidente de Apdha, se esté
produciendo otro cambio, el CETI recibe ahora más
inmigrantes de zonas como la India y Cachemira, que son los
flujos migratorios que están controlando ahora las mafias,
que desde la propia África y Marruecos, territorios mucho
más controlados por la policía tanto española como marroquí.
Rafael indicó que una zona tan polémica en el pasado como
Beliones, actualmente no registra más de una decena de
inmigrantes “ya que se están dando cuenta que la valla de
Ceuta no es el mejor acceso para España”.
Este cambio de rutas a la hora de emprender el camino de la
inmigración está provocado también por los controles y las
redadas que realiza cada mes la policía marroquí en zonas
como Tetuán o Tánger, y que limpia de inmigrantes los
accesos a Ceuta. “Pese a todo las mafias seguirán operando y
creando nuevos sistemas para el paso de inmigrantes”. Un
ejemplo, las personas escondidas en los salpicaderos de los
vehículos.
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