Rafael Lara, presidente de la Asociación Pro Derechos
Humanos de Andalucía (Apdha), explicó a tenor de la
publicación del informe de 2006 realizado por esta
asociación, denominado ‘Frontera Sur’, un dato que califica
como “muy relevante” para el fenómeno de la inmigración y es
que por primera vez la Unión Europea y diferentes organismos
públicos han afirmado y cifrado las dimensiones de la
catástrofe humana que está provocando la inmigración, aunque
ellos hablan de 10.000 muertos en el periodo de 2002 hasta
2005, mientras que este informe registraría la muerte de más
de 7.000 inmigrantes en aguas españolas tan sólo en el
periodo de 2006.
“Las cifras son siempre estimaciones, pero es importante que
por primera vez se esté dando a conocer la magnitud de este
problema que llega a registrar cifras semejantes a cualquier
catástrofe natural. De hecho en España estamos alarmados por
los 1.000 muertos que se producen en nuestras carreteras
cada año y sin embargo los gobiernos han quedado siempre
impasibles ante las vidas que se pierden por el fenómeno
migratorio clandestino”, comentó Lara.
‘El Informe Frontera Sur’ insiste además en la raíz del
problema migratorio y la imposibilidad de que éste cese
aunque se siga invirtiendo en el control fronterizo.
El ‘Ranking Mundial del Bienestar’ indica que en tan sólo 20
kilómetros de separación, distancia existente entre la valla
de Ceuta y Algeciras, hay 103 puestos de diferencia en
cuanto a calidad y bienestar social, “lo que provoca una
verdadera situación de necesidad que desemboca en la
desesperación de los inmigrantes y la verdadera preparación
de estos jóvenes para huir de sus paises”, comentó Lara.
“Estas personas están insertadas en el mundo globalizado en
el que vivimos todos, pero se ven con 53 euros al mes en el
bolsillo. Esto les hace ver un futuro en paises como España
y en la llegada al territorio como un fin”, añadió.
Control fronterizo
La inversión del Gobierno de la Nación en el control
fronterizo, sobre todo en Ceuta y Melilla, se hizo más
latente a raíz de la llegada masiva de cayucos a las Islas
Canarias en 2006 y la cantidad de personas que perdieron la
vida en ese intento. Pero tal y como indicó el presidente de
Apdha, “que se ponga una sirga o no, como es el caso de
Ceuta, no va a impedir el flujo migratorio, de hecho en
Melilla perdieron tres personas la vida intentando saltar la
valla, pese a estar la sirga instalada. La inversión debe
hacerse en los paises emisores como Senegal, Mauritania o
Mali. Tal y como indican los estudioso, la inmigración es
imparable y lo único que hay que hacer es estudiar los
cauces para legalizar ese flujo y conseguir adaptarlos en
nuestras sociedades”, concluyó.
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