Si Marruecos se enfría en España estornudamos.... No en vano
compartimos frontera, historia, intereses múltiples y
paisanaje: desde la emigración aquí, al turismo y las
empresas allí. En este contexto revuelto y versátil, muy
fluído, que nos va a obligar a todos a cambiar el paso,
puede que se estén abriendo nuevos escenarios (ni mejores ni
peores, diferentes) para Ceuta y Melilla, pensaba ayer para
mí a unos 107 kms de esta Ciudad mientras subía al coche. En
ruta hacía Ceuta (después de un pequeño desencuentro fruto
de un malentendido, resuelto con amabilidad y talante por la
policía de M´dik, en Rincón), apuntaba en mi bloc de notas
los controles del viaje: solo uno, a la altura de Zinat, de
los servicios de Aduana y otro del mismo cuerpo a la altura
del Negrón. Curiosamente, la siempre omnipresente
Gendarmería Real estaba ausente en todo el tramo. ¿Por dónde
estará y qué andará haciendo esta equipada y disciplinada
unidad?.
Venía un poco preocupado a cumplir con el lector, pues me
fue imposible conectar con EL PUEBLO vía internet, la red
está fatal. Todavía la semana pasada la policía marroquí
revisaba, uno a uno, los cibercafé de la barriada tetuaní
construída justo debajo del yebel Dersa, pero sin -todavía-
trepar ladera arriba. Todo se andará. Supongo que las
notorias disfunciones en la red tienen estos días una
explicación: Casablanca. Internet es la autopista de
comunicaciones del terrorismo, no solo el islamista,
convirtiéndose por ello en una eficaz y desestabilizadora
arma ofensiva, por lo que representa también un interés muy
sensible para las fuerzas de seguridad como explicaba, con
multitud de detalles, el investigador universitario Abdellah
Rami en la edición del viernes 16 del diario Aujord´hui,
advirtiendo incluso de la utilización como cobertura para
células yihadistas de páginas web pornográficas: la takiya
llevada a la zorruna sofisticación.
Me confesaban el otro día en medios islamistas, con la poca
pequeña y en confianza, la extrañeza que les causaba la
actual ofensiva terrorista (retomaré el tema otro día), pero
la sintomatología es tozuda. Uno de mis amigos (cualificado
profesor de lengua por más señas) señalaba a la pobreza como
explicación del fenómeno, mostrando yo mi desacuerdo: eso es
un discurso reduccionista, contribuye sin duda, pero el
hecho diferencial es ideológico, apuntando a una lectura
ciertamente sesgada pero posible de algunos versículos, para
mí oscurísimos, del Corán. Quedamos en retomar el tema.
Inch´Alá.
Por lo demás, unas someras reseñas sobre los medios que el
lector puede ver en esta página y cuyos titulares me parecen
suficientemente elocuentes:
Si empezamos por Le Reporter, centra en su editorial dos
cuestiones:
a) Para las autoridades del país estaríamos en los
prolegómenos de una nueva estrategia del terrorismo
islamista en Marruecos, el Magreb y el Sahel.
b) Por otro, traduzco, los adversarios de Marruecos en el
dosier del Sáhara estarían intentando desmontar la última
carta jugada por el país vecino ligando Al-Qaída-Argelia-Marruecos-El
Sáhara. El terrorismo sería así, para Rabat, una cortina de
humo tras la que escondería su estrategia.
Hombre, no digo yo que el Reino de Marruecos no barra para
casa, pero el hecho objetivo es que el terrorismo de matriz
islamista ha dado un salto cualitativo en toda la región,
como también es conocida la deriva de algunos jovenes
cuadros del Frente Polisario hacia el salafismo yihadista.
Así son las cosas y a los hechos me remito.
Le Journal dedica también su editorial (firmado por Ali
Amar) a la Pelogrosa espiral (terrorista). El joven
periodista aporta una catarata de datos sobre la situación
insostenible en muchos barrios, más aun: la política del
país en materia social es inoperante.... En cuanto a tasas
de analfabetismo Marruecos está en una situación más que
alarmante: no menos de un marroquí sobre dos no sabe leer ni
escribir. Palabras que parecen abonar -pero no explicar- las
confidencias de mi amigo el profesor y que Ali Amar apuntala
al final: Como punto débil, el hundimiento de Marruecos en
la miseria se traducirá inexorablemente en una sucesion
incesante de 16-M. Para salir corriendo.
Pero hay más. Continuaremos.
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