La temporada de caza se ha visto ensombrecida por el caso de
rabia canina que se registró hace algunos meses y el retraso
por parte de las administraciones competentes a la hora de
gestionar los permisos para la batida de jabalíes. A este
asunto se unen las reivindicaciones tanto de la Federación
como de la Asociación de Cazadores de Ceuta para ratificar
la zona controlada y la reservada para practicar esta
actividad. El sector, muy concienciado por la problemática
forestal en la ciudad por el tránsito de motocicletas y
quads por zonas no adecuadas. La solución al problema pasa,
según el sector, por más vigilancia en la zona de forma que
las personas que llevan a cabo estas prácticas “lamentables”
no las sigan cometiendo impunemente. Además, coinciden con
el resto de colectivos ciudadanos en que es necesario dotar
de una infraestructura adecuada para el paso de estos
vehículos por los montes ceutíes así como de un mayor
control para evitar la caza furtiva en la zona.
“Estas actividades han proliferado en Ceuta debido a que las
administraciones no han regulado la caza de jabalíes y su
población sigue en aumento, lo que puede convertirse en un
problema. Están mirando hacia otro lado mientras aumenta el
número de furtivos”, reiteran los cazadores.
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Conservación como premisa del PGOU
El avance del Plan General de
Ordenación Urbana (PGOU) toma como premisa la conservación
de los espacios protegidos tanto naturales como
patrimoniales. Se hace hincapié en la recuperación, gestión
y aprovechamiento sostenible de la flora y fauna terrestre
de Ceuta, ampliando la zona de protección al entorno del
Arroyo del Infierno, además de hacer efectiva la protección
de los espacios naturales (Red Natura 2000) a través de la
elaboración de los correspondientes Planes de Ordenación de
los Recursos Naturales (PORN) y Planes Rectores de Uso y
Gestión (PRUG) así como la recuperación del espacio
forestal, evitando la erosión y destrucción del suelo.
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