Pese a las buenas expectativas que generó la visita, en
septiembre, del delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro
García Arreciado, al secretario de Estado de Universidades,
Miguel Ángel Quintanilla, la Ciudad Autónoma sigue contando
con que si desea ejecutar su proyecto para construir un
campus universitario en el antiguo acuartelamiento del
Teniente Ruiz tendrá que recurrir a financiación privada.
Eso se desprende al menos del anteproyecto realizado sobre
el futuro campus por la Consejería de Economía del Gobierno
ceutí, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso EL PUEBLO y
en el que se detalla en relación con las “consideraciones
económicas para atender el objetivo fijado” que “no se prevé
la aportación de financiación pública”.
Al contrario, en el informe, que reduce hasta 17,5 millones
la inversión total que había previsto la consultora Idom
(19,9 millones) que habría que realizar para ejecutar el
proyecto en el estudio de viabilidad que realizó el año
pasado, se señala que “el concesionario” de la
infraestructura “deberá financiar íntegramente la
construcción y explotación de la obra pública” exceptuando
la Residencia de Estudiantes, que sería adquirida y
gestionada por la Ciudad.
Para facilitar la operación, el Gobierno autonómico se
muestra dispuesto a “facilitar” que el concesionario “pueda
recurrir con flexibilidad a los mecanismos de financiación
existentes en el mercado”.
Una vez construido, la Ciudad sí prevé “abonar al
concesionario una tarifa mensual por la puesta a disposición
de la obra”. “Ello supone que la Administración”, detalla el
proyecto de la Consejería que dirige Emilio Carreira,
“estará abonando la tarifa en lugar de los usuarios [centros
universitarios y estudiantes], supuesto previsto por la Ley
13/2003, reguladora del contrato de concesión de obra
pública, que se justifica por el interés general de la
actividad docente”.
Así, a los usuarios sólo les correspondería “abonar al
concesionario la tarifa por el uso de los servicios
accesorios”, esto es: administración, limpieza, gestión de
residuos y control de plagas, mantenimiento de las
instalaciones, seguridad privada, sanidad, suministro de
energía y consumos, servicios de apoyo y restauración, entre
otros.
“La Ciudad de Ceuta actúa como un mero impulsor externo del
campus”, se resume en los antecedentes del proyecto,
redactado en octubre del año pasado: “El proyecto se
pretende desarrollar por medio de un esquema de colaboración
público-privado”, concreta, que reserva a ala Administración
“una labor de supervisión de la actividad del promotor
privado de modo que se garantice la tutela del interés
público”.
Regenerador del Hacho
Dicho interés no se refiere exclusivamente a la
concentración en un solo espacio de todos los centros
universitarios que en la actualidad se encuentran
desperdigados en el entramado urbano, “mejorar la calidad
del servicio docente” y “contar con espacio disponible para
la implantación de nuevas enseñanzas y el desarrollo de
actividades complementarias”, sino también que el proyecto
“constituya un motor para la regeneración del área
circundante.
“El Monte Hacho se caracterizaba por su uso militar pero el
Ministerio de Defensa ha ido abandonando poco a poco los
cuarteles como consecuencia del descenso de la actividad
militar y de la atendencia actual a desplazarla fuera del
casco urbano [...], resultando en su conjunto la degradación
de un área urbana”, explica el análisis de la Consejería de
Economía, que también confía en que el cuartel del Teniente
Ruiz se convierta como campus en “un punto de natural
esparcimiento e integración de las zonas circundantes cuyo
uso se prevé sea residencial”.
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