ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 7 DE MARZO DE 2007

CEUTA
Rocío Maresco
rociomaresco@elpueblodeceuta.com

Por primera vez en Ceuta, el vicepresidente del Consejo de la Juventud de España, José Luis Arroyo, presentó los datos a nivel nacional del Observatorio Joven de la Vivienda (OBJOVI) del último trimestre de 2006 junto la presidenta de la organización autonómica, Mariam Mohamed. Las cifras hablan por sí solas. Los jóvenes ceutíes dedican el 63,6 por ciento de su salario a la adquisición de una vivienda libre, mientras que un hogar joven baja su aportación hasta el 56,8 por ciento. Los expertos señalan que el “umbral máximo tolerable” al que puede hacer frente el colectivo es el 30 por ciento de su renta. Por lo tanto, se deduce que los jóvenes ceutíes deberían duplicar su sueldo para hacer frente a la adquisición de una vivienda libre en unas condiciones asumibles.

Ceuta y Melilla ocupan actualmente el último lugar en cuanto a población joven emancipada, ya que sólo el 35,3 por ciento de este colectivo ha alcanzado la independencia residencial. El 65 por ciento restante todavía permanece en el hogar familiar. A nivel nacional, los datos siguen la misma síntonía. Ceuta se sitúa tres décimas por debajo de la media nacional en cuanto al sueldo de los jóvenes dedicado a la vivienda, que absorve el 66,54 por ciento. El vicepresidente del Consejo de la Juventud de España hizo hincapié en la capacidad adquisitiva de los jóvenes de este país, que se ve afectada por la precariedad laboral. Aunque Arroyo precisó que la contratación indefinida ha aumentado un 3,59 por ciento frente a la temporal que se colocó en el 2,72 por ciento. Además, la tasa de actividad de la población joven española en la actualidad roza el 70 por ciento, una de las más altas de las últimas décadas. El precio de la vivienda se desaceleró el año pasado en torno al 9 por ciento respecto a lo que venía sucediendo con anterioridad con subidas de la vivienda en torno al18 por ciento. No obstante, la superficie media máxima a la que puede optar un joven llega a los 46 metros cuadrados. “Nos encontramos con una situación esperpéntica y de una imposibilidad clarísima, no poder acceder a una vivienda de calidad por parte de la población joven”, indicó.

La tasa de emancipación en el resto del país también es muy tardía. La mayoría de los jóvenes -con edades comprendidas entre los 16 y los 35 años- no se ha independizado. Y alrededor del 25 por ciento de la franja de 30 a 35 años tampoco ha podido lograrlo. En las edades más tempranas, nos encontramos tasas del 87 por ciento sin emancipar. Las más perjudicadas, las mujeres jóvenes, que tienen un salario en torno a 3.000 euros anuales inferior al obtenido por los hombres.

“El alquiler en nuestro país representaba en 2001 un 10 por ciento, es una cifra muy escasa que no tiene nada que ver con los países del entorno. Tenemos un mercado libre, que encubre mucha infravivienda y donde los principales usuarios son las personas más desfavorecidas socialmente que no pueden acceder al otro gran mercado que es la vivienda en propiedad”, sentenció el vicepresidente del Consejo de la Juventud, José Luis Arroyo.