Teme por su vida. El propietario del inmueble, víctima de
una trama urdida para que acabara entre rejas, ha conocido
los calabozos de la Jefatura Superior de Policía. La Policía
tuvo que detenerlo ante la versión aportada por la joven
marroquí prostituta quien dijo haber sido secuestrada,
amordazada, violada y abandonada en García Aldave
señalándolo a él como autor de los hechos.
Desde entonces, M.M. ha tenido que convencer a la UDYCO de
que todo era una confabulación en su contra. Cosa que logró,
como se puede comprobar, una vez que los investigadores iban
atando los cabos de esta rocambolesca y hasta cutre
historia. Aún así, los agentes también protegen al
propietario del inmueble al temerse alguna reacción
vengativa del entorno del clan ahora detenido.
No han sido pocas las disputas que el dueño del inmueble ha
tenido con los miembros del clan. Es más, la familia del
propietario del edificio no esconden su indignación ante lo
sucedido, episodio final de una serie de conflictos y hechos
con los que se ha tenido que ‘tragar’ ante -dicen- la
pasividad de la Justicia y de la propia Policía a la que
acusa de “mirar para otro lado” cada vez que se hablaba de
este local, comentan para El Pueblo de Ceuta algunos
miembros de esta familia afectada.
“El local no tiene permiso de apertura y el Ayuntamiento no
lo ha cerrado”. “No tienen contrato de arrendamiento y la
justicia ha tardado meses en dar la orden de desalojo”.
“Hace un año que el juez ordenó que se fueran y siguen ahí”.
“Las llamadas de los vecinos por los desórdenes diarios no
han servido para que se actuara firmemente”... son algunas
de las quejas que los familiares han transmitido a este
diario. En estos momentos, se muestran agradecidos por el
trabajo de investigación policial, pero cuando “estos salgan
a la calle ¿qué?”, dijeron.
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