El abogado de la Defensa, Carlos García Selva, realizó su
alegato final tras un inciso. Con los derechos
constituciones básicos comenzó su intervención. La
presunción de inocencia y la libertad del individuo como
base de su preámbulo, ya que si prevalecen en el jurado
“dudas razonables” sobre la autoría de los hechos, los
acusados deben ser absueltos. Los interrogatorios de la
Defensa se endurecieron durante las sesiones en las que
declararon los testigos más importantes de la acusación, el
sobrino y la cuñada de Abdelatif con el objeto de encontrar
contradicciones “sumamente importantes” según la Defensa.
García Selva alude directamente a los vacíos temporales que
existen en las declaraciones de los testigos, ya que ninguno
presencia el momento en el que la Acusación apunta al mutuo
acuerdo de los tres hermanos, de cómo, dónde o cuándo se
arman y deciden todos juntos acabar con Abdelatif. En cuanto
a los testigos directos, la Defensa señaló contradicciones
entre el sobrino y la cuñada de la víctima, que dicen haber
visto el homicidio por la ubicación o el periodo de tiempo
en el que coinciden en el domicilio de la víctima. Un
habitáculo de pequeñas dimensiones, en el que García Selva
cuestiona que puedan permanecer los tres acusados, el
fallecido, su sobrino y su cuñada simultáneamente mientras
transcurre la agresión. No obstante, el abogado apunta el
posible interés de la familia en el veredicto de
culpabilidad no solo por hacer justicia sino por la
indemnización económica. Las cuestiones que pueden implicar
algún tipo de duda en el jurado están muy claras para el
abogado defensor. Por un lado, ambas familias, tanto de los
acusados como la de la víctima, reconocen la
drogodependencia de Said y los problemas que acarreaba a la
familia. Por otro, están las pruebas periciales que no son
definitivas ni en un sentido ni en otro, es decir, el
análisis de fibras coincidía con las prendas de los
acusados, lo cual también se explica por ser comunes; los
imputados reconocen que en su ropa hubiera sangre de la
víctima porque intervienen para “separar” a Said de
Abdelatif y las armas eran mínimo dos con la posibilidad de
que fueran tres.
|
Las dos familias conocerán hoy el veredicto del jurado
Dolor. Si existe una emoción que une y separa al ser humano,
ésa es el dolor. La familia de la víctima se descompuso
durante la sesión en la que los forenses explicaban las
heridas que sufrió Abdelatif A.A. y la forma en la que
penetraron las armas en su cuerpo. Los parientes de los tres
acusados se desmoronaron ayer tras el alegato de la
Acusación y su solicitud de 14 años de prisión.
Vecinos y familiares enfrentados por sucesos lamentables que
se ven las caras a diario en la Audiencia Nacional, la
tensión va en aumento y hoy el jurado hará público su
veredicto. Los efectivos policiales se incrementaron ayer
tras el receso de la mañana porque las emociones estaban ‘a
flor de piel’. La madre, las hermanas, la esposa, las
cuñadas de los imputados se abrazaban y lloraban
desconsoladas ante lo que habían oido por parte de la
Acusación.
Durante el alegato de la Defensa el sobrino de la víctima,
lleno de indignación, tuvo que abandonar la sala junto a
algunos familiares que le llevaron hasta la puerta. Este
dolor que sienten unos y otros busca compensación. Por un
lado, con la prisión de los presuntos homicidas de Abdelatif
A.A. y por otro, con la libre absolución de presuntas
personas inocentes. La decisión está en la mano de los nueve
integrantes del jurado.
|