Hemos leído días pasados que por
parte del Senador Pedro Gordillo se presentará una moción en
la Cámara Alta a fin de que se “celebren reuniones para que
la Ciudad participe como parte inexcusable en la gestión del
INGESA en Ceuta”, a fin “resolver los múltiples problemas
que la Sanidad está provocando”.
No sabemos, ni ha dado tiempo para ello, la reacción de los
partidos políticos locales al respecto, pero presumimos que,
dada la gestión anterior y los años que han pasado, más que
suficientes para solucionar estos problemas, lloverán las
críticas a la actuación del Senador, no exentas de razón, ya
que la cuestión sanitaria viene, cual pelota de tenis,
pasando de un campo a otro sin salirse de la cancha ni pegar
en la red y, por consiguiente, sin anotarse el definitivo
set que resuelva esta competición. El tema, creemos, por su
importancia, debe ser tratado en la Comisión nombrada al
efecto para la modificación de nuestros Estatutos al
redactarse el techo competencial que asumirá la Ciudad
Autónoma.
Son conocidos, no solo ahora sino de siempre, los mil
problemas sanitarios que padecemos que han venido paliándose
a base de paños calientes sin aplicar un tratamiento severo
que subsanara de una vez por todas tales deficiencias y no
creemos, a pesar de lo que manifiesta el Senador, que la
participación por parte de la Asamblea de Ceuta en la
gestión en materia sanitaria resolviera los mismos. No cabe
duda que las competencias Sanitarias, de Enseñanza y de
Empleo en toda su extensión, supondrían una especial
atención tanto en personal como en presupuestos que, por
ahora, no pueden resolverse con los medios disponibles, a
expensas siempre de las consignaciones y transferencias de
fondos de los gobiernos de turno para sufragar el déficit.
Hay que tener en cuenta, asimismo, que en cuestión de
presupuestos se está siempre en función del gobierno de
turno, siendo distinto el tratamiento en el caso de que
pertenezcan a un mismo signo los Gobiernos Central y
Autonómico. Así hemos visto las alabanzas y agradecimientos
al Partido Popular en anteriores ejercicios, por atender las
demandas económicas de Ceuta y, en cambio, ahora, cuando se
presenta el proyecto de Presupuestos para el 2007 “se
aprecia que se mantienen constantes las partidas de los
Capítulos Sexto (Enajenación de Inversiones Reales) y
Séptimo (Transferencias de Capital), o sea, un paso atrás”.
Creemos, pues, sería mejor que la Comisión nombrada al
efecto para la redacción de los nuevos Estatutos de la
Ciudad, sopesando pros y contras con conocimiento de causa y
tras un minucioso estudio económico, resolviera si conviene
o no asumir competencias no solo en materia Sanitaria, sino
también en otras como, por ejemplo, las citadas de Enseñanza
y Empleo y que el Senador se deje de ilusorias propuestas
queriendo introducir el zorro en el corral de gallinas.
No es hora, por tanto, de recurrir a la “participación” en
el Instituto de Gestión Sanitaria sino de asumir, de una vez
por todas, la gestión directa de la Sanidad y si, por las
premisas antes apuntadas no posible llegar a ello, que sea
el Estado, como hasta ahora, quien asuma la responsabilidad
de su gestión y la oposición, incluido el Senador y
Presidente del Partido Popular en Ceuta, a cumplir con su
deber de denunciar las necesidades y deficiencias procurando
siempre el mejoramiento del servicio para beneficio de los
ciudadanos.
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