Durante la conversación se habla
de todo. Se pasa de un asunto a otro y cada cual emite su
opinión. A mí me toca quejarme de la poca lacha que hay en
el periodismo deportivo de la capital de España. Sí: ¿acaso
no es verdad que hay que tener muy poca vergüenza para que
nos vendan que Casillas es el único futbolista que
nunca falla ni en el Madrid ni en la selección? ¿A quién
quieren engañar tipos como Relaño, Guasch,
Roncero, o ese que firma en El Mundo sus crónicas
como Orfeo Suárez, entre otros muchos más de cuyos
nombres no me quiero acordar?
Todos estos señores que he nombrado, aunque la lista sería
interminable, han dado en la manía de hacernos creer que el
Madrid es Casillas y diez más. Y no sólo se limitan a mentir
con alevosía, sino que además van deshonrando a centrales
consagrados, con tal de que ellos paguen los vidrios que
rompe un portero mediocre.
Los últimos perjudicados han sido Puyol y
Cannavaro. Y qué decir de los guardametas: si Reina
se pone a tiro de jugar en la selección, bien pronto le
sacan en todas las primeras páginas de la prensa madrileña,
por haber fallado un día de manera espectacular. Luego, en
cuanto se rumorea que Palop está en un gran momento,
allá van todos los plumillas a por él y lo que antes eran
buenas actuaciones se transforman, inmediatamente, en
actuaciones desastrosas Y, desde luego, cuesta trabajo creer
que Cañizares -qué manera de lucir oficio en el Nou
Camp- no sea todavía el guardameta de la selección. Con su
edad, y su categoría, sería aún titular en Francia,
Inglaterra o Brasil. Pero aquí se le relega para mantener a
un muchacho muy malo técnicamente y a quien la publicidad ha
encumbrado y convertido en un tipo que, como bien dijo
Quique Sánchez Flores, va por libre.
Una vez dado el mitin sobre Iker, el “portero volador”,
según Julio César Iglesias, le paso la antorcha de la
palabra a otro contertulio. Quien nos recuerda que El
Pueblo de Ceuta supo estar el martes a la altura que
exigían los acontecimientos que se habían producido la noche
anterior en la frontera del Tarajal. La portada del martes
pasado fue periodismo de verdad. Y por ello, quienes
conversábamos, estuvimos de acuerdo en destacar el hecho. De
pronto, alguien interviene y lo hace con una pregunta que
deja flotar en el aire:
-¿Sabéis los nombres de los tres primeros candidatos que van
en las listas del PP para las próximas elecciones?
Sorprendidos por la pregunta, comienzan los titubeos, hasta
que otro contertulio se arranca y, lógicamente, acierta con
el nombre del primero: Juan Vivas. A partir de ahí principia
a nominar a voleo. Sin que obtenga la aprobación de quien ha
dejado caer la pregunta como si tal cosa.
Pasado unos minutos, todos miramos hacia la persona que
parece estár enterada de los nombres de quienes serán los
hombres fuertes del próximo Gobierno, que volverá a presidir
Juan Vivas. Desembucha, le decimos a coro. Y nuestro hombre,
la verdad sea dicha, no se hizo de rogar. Sino que contestó
con celeridad: el segundo será Paco Márquez y
el tercero, Pedro Gordillo.
Quia, tú, respondió otro con rapidez. ¿Pedro Gordillo como
diputado de la Asamblea?...
Pues sí, como lo oyes, habló el enterado de lo que parece
una primicia.Pedro Gordillo no quiere vivir en Madrid.
Donde todos estuvimos de acuerdo es que en el PP los hay
soñando con sustituir a Gordillo en el Senado. Incluso el
tonto del culo, ya famoso por serlo, se recomienda a sí
mismo cada día.
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