DEPORTES - MIÉRCOLES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2006

CEUTA
Juanma Navas
juanmanavas@elpueblodeceuta.com

Garikoitz Basauri analizó ayer la situación de la AD Ceuta después de cinco jornadas en las que tan solo sumó tres puntos y su ‘estreno’ en el Álvarez Claro donde encajó un gol a dos minutos del final. El meta vasco es consciente de que deben ponerse las pilas e iniciar una racha positiva este domingo ganando al Córdoba en el Alfonso Murube.

La derrota ante la UD Melilla por la forma en que se produjo ha dejado ‘tocado’ al vestuario, aunque queda un mundo y no sirve de nada lamentarse. “Estamos algo preocupados porque no esperábamos estar con tres puntos en la quinta jornada, aunque el grupo está muy igualado y nadie te regala nada. No queda otra que ponerse las pilas, seguir trabajando y ganarle el domingo al Córdoba”, subraya.

Los ceutíes tienen los cinco sentidos en el choque de la sexta jornada donde se medirán a uno de los claros aspirantes al ascenso por presupuesto y por plantilla. “Nos hace mucha falta una victoria para que el equipo anímicamente se encuentre mejor. En Melilla dimos una buena imagen, pero no fuimos capaces de puntuar y al final del partido estábamos ‘tocados’. Pero debemos quedarnos con la mejoría y jugar a un buen nivel este domingo para derrotar al Córdoba, que es el rival a batir del grupo cuarto al disponer del mayor presupuesto, aunque en esta categoría todos los partidos son difíciles”.

¿Qué aspectos del juego debe mejorar la AD Ceuta para escalar posiciones en la tabla? El guardameta de Elorrio asegura que “no es fácil responder a esta pregunta porque en Melilla al equipo lo vi muy bien: serio, trabajador, bien plantado en el campo y seguro atrás. En ataque dispusimos de tres o cuatro oportunidades, pero nos faltó concretarlas. Si hubiéramos metido un gol habríamos conseguido la victoria o como mínimo el empate. Estoy convencido de que este Ceuta no va a encajar muchos goles, pero hay que materializar algunas de las ocasiones de gol que seamos capaces de crear para conseguir victorias”.

Ambicioso

Antonio García Gaona, adjunto a la presidencia de la AD Ceuta, manifestó el lunes en la televisión local que esta temporada era de transición, por lo que nadie debía ilusionarse con ver al conjunto caballa en la parte alta luchando por ‘colarse’ en la zona de ascenso. Garikoitz Basauri opina que “no sé si estaremos entre los cuatro primeros, pero tenemos equipo para estar en el grupo cabecero. Hay bastante más plantilla de lo que demuestra la tabla y aunque el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, creo que iremos escalando posiciones hasta situarnos entre los seis o siete primeros... Luego ya veremos si somos capaces de meternos o no en las eliminatorias de ascenso”.

El guardameta añade que “la directiva puede tener sus pensamientos, pero los jugadores estamos mentalizados para quedar más arriba y ninguno piensa en una temporada de transición”, concluye.
 

“He visto la jugada por televisión y quizás debía haber metido los puños”

Con Basauri se repitió la historia del año pasado. Empezó la temporada en el banquillo con Novoa de titular y en la quinta jornada tomó el testigo del fuengiroleño, que ni viajó a Melilla al apostar Carlos Orúe por Ian Mackay como suplente. El meta vasco resolvió con seguridad el poco trabajo que tuvo ante la UD Melilla, pero a dos minutos del final se produjo la jugada clave en la que no pudo despejar el balón al chocar con Javi Navarro, el cuero quedó suelto en el área caballa y Yamal, con todo a favor, lo empujó al fondo de la red. “He visto la jugada por televisión y choco con mi compañero Javi Navarro, -queda la duda de si Igor Cuesta empuja o no a Javi-, le he dado muchas vueltas a la jugada y yo lo vi claro para coger el balón... Después de haber visto lo que pasó quizás la mejor opción hubiera sido meter los puños y despejar el balón”, reconoce.

Basauri se sintió bien en su primer partido esta temporada con el borrón del gol encajado en los compases finales del encuentro. “Me encontré a gusto, tuve buenas sensaciones durante todo el partido y el poco trabajo lo resolví bien... El problema del portero es que cometes un error, encajas un gol y si pierdes el partido te queda un sabor amargo, aunque hayas estado muy bien en el resto de los minutos”, explica resignado.