El autor del crimen de las ‘caracolas’, el marroquí, Kassen
, que fuera pareja sentimental de la madre de la pequeña
Suhaila, se entregaba ayer, al filo de la media noche, a la
Policía Nacional en la frontera del Tarajal. Un
ciudadano anónimo contactó con
él por el móvil y le convenció para que
se entregase explicándole que la
pequeña todavía estaba viva. La noticia corrió como
un reguero de pólvora y centenares de vecinos de
la barriada donde vivía la desafortunada niña
tomaron posiciones en los altos de la carretera
nueva para mostrar toda su furia.
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