Protagoniza películas, chistes, videojuegos y postales. El
sexo está en la mente de todos y, sin embargo, resulta uno
de los principales tabúes que separa a padres e hijos y
existe, en el siglo XXI, un desconocimiento insalvable para
demasiados. La psicóloga y sexóloga Gloria Blanch sabe que
el sexo es “el motor” de nuestro sistema: “Ejerce una gran
influencia en los medios, en la calle”, comenta. Y, a pesar
de su aureola erótico festiva, el sexo o, en este caso, las
carencias en la vida sexual hacen que muchos problemas
fisiológicos se deriven de la frustración en la cama: “Una
persona que esté frustrada sexualmente -asegura- tiene un
problema psicológico que debe tratar”.
Y es que el sexo está bastante más omnipresente de lo que
imaginamos: “Esta en casi todas las facciones de la vida, en
la mirada, en la sonrisa. Somos seres sexuales”, sostiene.
El caso más repetido con el que se encuentra la sexóloga
ceutí es el de la eyaculación precoz. En contrapartida,
asegura que este problema tiene mucho de mito, pues “no es
eyaculación precoz que un hombre eyacule tras 20 minutos”.
Los tiempos de la mujer y del hombre “son diferentes y eso
hay que saberlo y respetarlo”. Así, existen distintas
terapias para solucionar un mal menor que puede acuciar la
crisis dentro de la relación.
En el caso de las mujeres, el problema ‘tipo’ es “la falta
de deseo”, mantiene Gloria. Y es que, a pesar de lo que
pueda parecer, la falta de apetito sexual afecta a jóvenes y
mayores. El primer detonante, el estres. Una chica
perfeccionista en su profesión, con mucha responsabilidad y
que anhela que todo salga bien puede tener problemas para
relajarse en la intimidad. Según la sexóloga, “el ritmo de
la sociedad, la prisa con la que todos vamos, tiene
repercusiones muy negativas para nuestra vida sexual si no
sabemos desconectar y separar el trabajo del sexo”.
Aunque no es un consejo, “es muy importante hacerlo a
diario”, matiza. El sexo, según la experta, no es sólo el
coito: “Una mirada con tu pareja, una caricia, ya es sexo, y
esto es muy importante mantenerlo cada día”. La relación
sexual “es un pacto, es un baile íntimo con la otra persona
y las dos han de estar de acuerdo para bailar”.
Conocedora de la insistencia de algunas personas, Blanch
subraya que ésta “es nefasta”. El sexo debe ser
“espontáneo”, asegura, ya que “cuando presionas, en todo en
la vida, produces el efecto contrario”.
La rutina
Según la psicóloga, cuando una persona lleva 20 años
acostándose y levantándose con la misma pareja, el deseo
decae y, como en todo, “hay parches” que remontan la líbido:
“Si no, no tendrían sentido las infidelidades”. Y es que la
naturaleza humana es polígama, según la ciencia, pero
monógama “para que la sociedad funcione, si no sería un
caos”. En caso de que se produzca este desliz, la sexóloga
aconseja no contarlo, pues “la pareja le dará el doble de
importancia de la que le da uno, que no se implica”. Un
secreto que habría que llevar a la tumba.
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