Al final no pudo ser. El
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, se
desplazó a Medina del Campo para defender la candidatura de
Ceuta pero al final, la suerte, estuvo con Almería, que se
llevó la sede por un ajustado resultado a favor de cuatro
votos. Ni el mayor peso de la tradición de la Semana Santa
ceutí ni la buena presentación realizada por el vicario
general de Ceuta, Francisco Correro Tocón, y el presidente
de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, fueron suficientes para
convencer a un jurado que, eso sí, se encontró con unas
votaciones de lo más ajustadas. También asistieron al
encuentro en Medina del Campo, la consejera de Cultura,
Mabel Deu, y el viceconsejero de Turismo, José Antonio
Rodríguez Gómez.
Según declaró el propio presidente Vivas, el comportamiento
de Ceuta y la preparación realizada de cara al evento ha
dejado bien alto el pabellón de la ciudad. Una candidatura
atractiva y bien elaborada que mostraba la mejor cara de
Ceuta al exterior.
Entre los principales criterios que apuntaba el presidente
en una entrevista concedida en la localidad vallisoletana de
Medina del Campo, y que le hacían confiar en la victoria de
la sede ceutí, Juan Jesús Vivas señalaba “la calidad y
categoría de nustra Semana Santa”. Una calidad que está
fuera de toda duda, como se refleja en las trece cofradías
existentes y en las más de 5.000 personas que pertenecen a
alguna de ellas, un porcentaje muy alto de la población
cristiana de la Ciudad Autónoma.
La candidatura de Ceuta estaba llena de ilusión y casi de
forma inconsciente, se relataban las bondades hospitalarias
de los ceutíes, así como la necesidad de sentir la
proximidad, el aliento y el apoyo de todos los españoles.
Sin embargo, en esta ocasión, no ha podido ser. Se lleva la
sede Almería, que sin duda también lo merecía, pero Ceuta se
lo toma con deportividad y abre la puerta a un nuevo
intento, quizás el año próximo.
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