La primera edición del Ceitil Festival contó con una
respuesta local bastante limitada a la oferta de pop
nacional por la que el colectivo Automática había apostado.
Algo más de 300 personas acudieron, el viernes noche, al
auditorio de la Marina para conocer las propuestas que
Modele Fatale, La Hora Violeta, Champagne, Airbag y Second
habían preparado para su primera visita al otro lado del
Estrecho. Un panorama musical en el que hubo de todo:
subversión insultante, drama lírico al ocaso, canciones
soleadas a la orilla del mar y fiesta efervescente
acelerada. Eso sin olvidar a los murcianos Second que
ejercieron de cabeza de cartel para demostrar que, a fuerza
de festivales, están abriendo nuevos caminos en la escena
independiente española.
El Ceitil se desarrolló con puntualidad y dentro del horario
previsto. El electro-pop de los granadinos Modele Fatale
reunió a las primeras cuarenta personas que contemplaban
sorprendidas un espectáculo repleto de letras gamberras con
reminiscencias a clásicos como Astrud o Fangoria mientras
entonaban al unísono himnos del tipo “Viva Franco...
Battiato”. Tras los bailes a golpe de fusta en traje de
cuero se pasó a la distorsión emocional de mano de La Hora
Violeta. El tiempo del atardecer llegó cerca de las 23 horas
mientras el eco de Los Planetas se dejaba entrever en frases
como “estamos perdidos en ninguna parte” o “mientras el
mundo siga girando, no tienes porque fingir”.
La melancolía transcurrió a lo largo de treinta minutos
hasta que Champagne abrió la boca. Un grupo en el que las
coristas tenían nombre de varón. Las segundas voces cobraron
una importancia especial en una agrupación marcada por
discos como ‘Pet sounds’ de Beach Boys o el ‘Green Album’ de
Weezer. Pop Rock refrescante en inglés y español que sirvió
para animar a la gente. Sin embargo, la media hora de
simpático desenfreno guitarrero llegó con Airbag. Canciones
punk pop de dos minutos en las que la presencia fantasmal
del grupo ochentero Tennesse parecía querer colarse en las
melodías del conjunto de la Costa del Sol. Buen sonido,
riffs pegadizos y letras burlonamente adolescentes. Una
versión de Los Ronaldos dio paso a los esperados Second.
Temas como ‘On an island’, ‘Erased World’ y el grueso de su
nuevo disco ‘Invisible` coparon el concierto. Saltos de
emoción entre el público con una amable versión de ‘London
Calling’ de los Clash. Un pequeño festival que sonó fresco
en una ciudad que no pidió bises.
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