En el deporte en general y en el fútbol en particular puedes
ganar, empatar o perder, pero lo que desean todos los
entrenadores es que sus equipos se dejen la piel y rindan
acorde con sus posibilidades. Carlos Orúe, por encima de que
la AD Ceuta sólo tenga tres puntos en su casillero después
de cuatro jornadas, lamenta los errores cometidos en el
arranque liguero y el irregular juego desplegado en los
cuatro encuentros.
“El equipo está claro que puede jugar mejor y puede hacer
bastante más cosas. Tenemos que dar mejor imagen porque el
equipo no ofrece resistencia arriba; a la hora de presionar
hay que hacerlo de verdad y no que vamos a hacer sombra.
Atrás no somos rápidos y cualquier pelotazo en largo nos
crea excesivos problemas... A la hora de romper el jugador
está pidiendo demasiado el balón al pie y no se ve esa
alegría de irrumpir en velocidad para que te den el balón a
la espalda del contrario. Nuestro juego es muy previsible”.
El entrenador caballa continúa analizando los fallos de su
equipo en un ejercicio de autocrítica. “Estamos fallando
ocasiones de gol clarísimas con y sin portero como se puede
ver en los partidillos. Nos falta claridad y esa fe para que
el futbolista haga sobre el campo lo que sabe hacer. Hay que
trabajar mucho y tener paciencia porque este equipo puede
hacerlo mucho mejor, aunque entre medias me lleve algunos
cabreos”, en referencia al incidente protagonizado en el
partidillo con Mario al que mandó a la caseta por no
realizar el trabajo asignado en el centro de la defensa.
De todos modos, el jerezano, que mantuvo una reunión con el
joven jugador a la conclusión del entrenamiento, le quitó
trascendencia al momento de tensión vivido sobre el césped
del Murube y dejó claro que el algecireño reúne muchas
cualidades para convertirse en un excelente futbolista, pero
tiene que esforzarse al máximo en las sesiones
preparatorias, mantener la motivación y la concentración y
pulir algunos errores propios de un jugador de 20 años, que
la temporada pasada debutó en Segunda ‘B’ de la mano de
Ramón María Calderé.
Carlos Orúe siempre ha sido un técnico muy exigente, que
trata de sacar el máximo rendimiento de los jugadores que
tiene a sus órdenes y es consciente de que este Ceuta es
vulnerable atrás e inocente en ataque, además de que la
mayoría de los futbolistas no están ofreciendo su mejor
versión en el inicio de la Liga.
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