La comunidad hebrea de Ceuta está de fiesta, de celebración
íntima y reflexiva: llegó el año nuevo. La fiesta del Rosh
Hashanah comienza el sábado y se prolongará hasta el domingo
con comidas y cenas íntimas en las que se desarrollan ritos
simbólicos propios de la cultura israelita. Un fin de semana
para la oración en la sinagoga y la reflexión del año que
termina. Los buenos propósitos, como en todas las
religiones, también colapsan los ánimos de los hebreos, que
se proponen empezar el año con un listado de buenas
intenciones.
El presidente de la comunidad hebrea de la Ciudad Autónoma,
José Bentolila, resaltó el “significado especial y el
sentido esperitual” que tiene esta fiesta. “Es el día del
juicio, nosotros pensamos que el creador nos juzga este
día”, aclaró. Un período que coincide con la entrada del año
nuevo y que culmina en diez días, el Día del Perdón.
Entre los alimentos habituales destaca la miel -para que el
año entrante sea dulce-, las cabezas de pescado y la
granada. “La última noche cenamos granada -señaló Bentolila-
cada uno de sus 613 granos simboliza un precepto que cada
judío debe cumplir”. Además, la granada sirve para bendecir
la nueva tempoada de fruta.
El expío de los pecados es uno de los puntos básicos de la
celebración del año nuevo hebreo. Según la tradición, cada
miembro de la comunidad debe rezar cerca de un estanque o un
río donde haya peces y recitar las plegarias de Tashlij, que
significa arrojar. Es una forma de ‘arrojar’ los pecados al
agua y comenzar con buen pie el nuevo año.
Seguridad
En otras ocasiones, un agente de la policía ha permanecido
frente a la sinagoga para evitar altercados como en el caso
de la guerra de Irak. El presidente de la comunidad aseguró
que es un tema que “siempre” se solicita, sin embargo, son
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado los que toman
las medidas “que consideren oportunas”.
|