Lo que se tenía que haber
escuchado ayer con más intensidad tendrían que haber sido
los sones que acompañaron a la Legión en su 86 aniversario y
que entonaron cientos de personas en el acuartelamiento de
García Aldave para rendir homenaje al cuerpo y a los
legionarios que recibieron sus distinciones. Pero cruzar el
Estrecho cada día se está poniendo más complicado para los
ceutíes -no tanto para los militares, qué suerte la suya-
que encuentran en el actual sistema de intercambiabilidad de
las navieras pocos beneficios y más problemas que otra cosa.
La tarifa especial de intercambio es más cara que la general
y no compensa. Pero además, para intercambiarse hay que
sacar los billetes de ida y vuelta por separado, luego se
perdería el descuento del diez por ciento. Sin mencionar que
las ofertas no son en ningún caso compatibles con el cambio
de navieras. Los usuarios se han comprado ya el ‘Master de
trayectos rentables en el Estrecho’ para adecuarse a los
nuevos tiempos, o por lo menos hasta 2009. Esperemos que un
poco antes se sepa algo del campus universitario. La Ciudad
está dispuesta a ceder al Estado los terrenos del ‘54’
después de tantear la financiación privada. Pero la
respuesta se hará esperar, sobre todo porque los socialistas
consideran el gesto como un regalo del diablo, envuelto en
celofán por Pepe Botero. Confiemos en que en breve se trate
el asunto en sesión plenaria: los diputados regresan mañana
a la Asamblea retomando el curso político al cien por cien y
poniendo sobre la mesa un préstamo de cuatro millones de
euros para la construcción de un aparcamiento por parte de
Amgevicesa. Promete ser uno de los debates del día que, lo
mismo dentro de poco, podemos ver en directo a través de un
canal digital. A ver si se apañan en la Asamblea para
aprobar su reglamento. Al menos, para el próximo mundial de
fútbol en el que nos volveremos a emocionar con España por
muchos palos que nos dé.
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