La Consejería de Fomento indicó ayer que, “con toda
probabilidad”, representantes de la Ciudad Autónoma y los
dos propietarios de los barracones de la zona del Sardinero
volverán a reunirse a principios del mes de octubre para
buscar una fórmula de derribo que satisfaga a los titulares
y al Gobierno ceutí.
José Manuel Doncel, viceconsejero del área, reiteró ayer la
intención institucional de cerrar este asunto “cuanto antes”
para acabar con la problemática derivada del estado de
abandono en que se encuentran estas naves. A lo largo de la
semana, los técnicos de la Ciudad presentarán su propuesta
para que sea estudiada por los propietarios (Eroski y Borrás)
y pueda ser matizada a principios del próximo mes. De
momento, Doncel señala que lo principal es que el resto de
implicados conozcan el proyecto de la Ciudad Autónoma, la
valoren y se emprendan las negociaciones para materializar
el derribo de los edificios, cuyas entradas fueron selladas
con hormigón para evitar que sirvan de refugio a los
inmigrantes indocumentados aunque sin el éxto deseado.
Equipados
Los barracones siguen siendo habitados por inmigrantes
indocumentados porque el sellado ‘olvidó’ una de las
ventanas de la nave más próxima al puerto.
En su interior, estas personas, de origen magrebí en su
mayoría, ha conseguido incluso engancharse a la red gracias
a un ordenador portátil y una línea telefónica que habrían
interceptado de forma ilícita. Además de la computadora, los
inmigrantes disponen de otros enseres para el día a día.
Algunos duermen a la intemperie sobre colchonetas en la zona
exterior de estos edificios en estado de abandono.
|