‘Renovarse o morir’ es una las máximas de la cultura
contemporánea, pero sin perder la esencia, y eso es lo que
está sucediendo en uno de los clubes más emblemáticos de la
ciudad: Los Delfines.
Desde el 29 de mayo de 1998, este club consiguió el titulo
de Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de
piragüismo. Cuenta con un aula de estudio, con 30 plazas. Un
gimnasio equipado con más de una cincuentena de máquinas,
sobre una superficie de 220 metros cuadrados, y un hangar,
de unos 280 metros cuadrados, en el que casi unas 200
piraguas de diferentes modalidades (K-1, K-2 y K-4) y
categorías (iniciación, perfeccionamiento y competición) y
otras 206 palas, esperan su turno para que los alumnos de
centro las pongan a funcionar en el pantano del Renegado.
Además hay que sumar una sala de remo, con siete máquinas,
una sauna y un taller de reparación, todo sobre una
extensión de 900 metros cuadrados. Pero hace poco más de un
año, las piedras comenzaron a removerse en las inmediaciones
del Renegado, y una nueva nave, adosada a la ya existente
comenzó a levantarse. Cuando este finalizada la obra, habrá
que sumar más de 400 metros cuadrados más a las
instalaciones de Los Delfines. Esta obra está financiada con
fondos del Consejo Superior de Deportes, dado que el club es
un Centro de Tecnificación.
El presidente del club, Ricardo Gómez Caliani, espera que la
obra finalice en unos pocos meses, con lo que en el nuevo
hangar se podrá ubicar, no sólo el garaje para los furgones
propiedad del club, sino parte de la maquinaria que ahora
está en la nave construida.
Gómez Caliani pone en valor el atractivo que este deporte
tiene en la ciudad, dado el volumen de alumnos que recibe,
en distintos niveles. En el de iniciación cabe distinguir
dos modalidades que explica el presidente del club: “Por las
mañana recibimos tres visitas de colegios a la semana, donde
los niños se inician en este deporte, y luego está la parte
de la escuela que se nutre de estos niños y quieren
continuar además de los que se inscriben en los cursos del
ICD”. Con este organismo municipal, Los Delfines tienen
firmado un convenio de colaboración.
Estos alumnos, conforme van haciendo tiempos, pasan de nivel
y de categoría, desde infantiles hasta senior.
En el club los Delfines sólo ofertan la práctica del kayak,
en K-1, K-2 y K-4: “Hubo un momento en el que nosotros
prescindimos de la práctica de la canoa, porque al ir de
rodillas y remar solamente por un lado, no es un deporte
simétrico y produce desviaciones de columna”, asegura Gómez
Caliani, y “aunque existen una serie de ejercicios
correctivos que pueden paliar este defecto pero nadie
después de tres horas de entrenamiento se dedica a hacer
gimnasia correctiva”.
La temporada de competición puso su punto y final hace pocas
semanas, y ahora Los Delfines se centran en sus alumnos.
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Un club con historia en el que el aprendizaje es la máxima
Los Delfines de Ceuta se crean en
el año 1977, fundado por D. José López Silbarey, D. Antonio
Campoamor y Dª María del Carmen Garnica. Nace como Club de
Piragüismo, pero con el transcurrir del tiempo se crean
otras secciones como son Halterofilia y Atletismo. Siendo en
la actualidad uno de los clubes más importantes de la ciudad
por resultados deportivos y por número de deportistas que
practican deporte en sus instalaciones.
El club Los Delfines de Ceuta mantiene un convenio de
colaboración con el Instituto Ceutí de Deportes (I.C.D.) de
la Ciudad Autónoma de Ceuta a través del cual todos los
jóvenes de la ciudad que lo deseen pueden inscribirse para
realizar un cursillo, que se desarrolla entre los meses de
Octubre y Mayo. En verano, también se ofertan cursos, de una
duración de quince días.
El curso se realiza en contacto permanente con la
naturaleza, al aire libre y rodeado de excelentes
profesionales, con lo que los padres pueden estar
perfectamente tranquilos sabiendo que sus hijos están en
buenas manos y tutelados en todo momento. Así mismo, se pone
a disposición de todos los alumnos inscritos un vehículo que
prácticamente los trae y lleva desde su domicilio hasta el
club
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